Es sólo que el tiempo avanza,
como avanzan los trenes
en los raíles vacíos,
pero avanza también en quien no conozco,
en quien conozco y no distingo,
en quien distingo y no recuerdo,
en quien recuerdo y no conozco.
Es sólo que este tiempo que no es mío
crece a pasos agigantados sobre las canciones,
bajo las carreteras asfaltadas,
entre las palabras extranjeras,
dentro también de todo aquello
que no alcanzo a comprender.
Es sólo eso, mi vida,
este tiempo incansable,
y tus huellas que lo siguen,
y mis pies quietos, estáticos, incapaces,
deseando deteneros.
Del desorden y la herida / Una novela de nuestro tiempo
-
1
A la literatura hay que ponerle obstáculos, zancadillas sintácticas y
morales , traiciones semánticas y anímicas. La literatura merece el menor y
...
Hace 4 horas
No hay comentarios:
Publicar un comentario