domingo, 26 de abril de 2009

Bobu...


No quiero ser un latido muerto... Quiero ser quien haga pelear a tus latidos por ver quién llega antes. No quiero ser un infarto que nos mate... Quiero ser la sangre de tus venas y de tu corazón. No quiero ser dolor, ni que me duela... Quiero ser lo que vea tu sonrisa en el espejo cada mañana. No quiero que te vayas, no, no quiero que te vayas y que a mí me duela hasta lo que no existe, hasta lo que no pueda respirar porque me ahogue, hasta los putos latidos que de tan lentos que vayan los vaya notando como puñaladas sin anestesia, como desgarros sin sentido, como disparos en las costillas... Quiero tumbarme contigo en la cama, no hablar, que nos vayamos acercando cada vez más y más, que me pidas a gritos en ese silencio que no puedes más, que tú también te estás muriendo, que necesitas arrancarme la boca y no soltarme... Y mis ojos se empañan con sólo sentirte, y con mi corazón encima del tuyo escucho cómo se sienten, cómo luchan por salir de nosotras y abrazarse, cómo de tan rápido que van se escapan de nuestras manos y se curan... Nos curan. Y me besas... Y yo me pierdo en tu cuello, que sólo necesito quedarme allí toda la noche, estrujarte tanto que te deshagas bajo mis brazos, apretarte, no dejar que te marches nunca... No quiero dejar de sentirte. No dejes de decirme que me quieres.

Doscientos veintinueve mil besos

domingo, 19 de abril de 2009

'Muerdo el agua por ti, te deslizas por mí...'


Si pudiera elegir, eligiría morir en una carcajada tuya. Eligiría ser la nave espacial que me llevara a tu cama, las pilas del contabilizador de tus latidos, el chocolate que se quede en la comisura de mis labios para que con tu lengua te lo llevaras. Elegiría ser tus guantes, para coserme con tus manos y no soltarlas jamás; eligiría ser tu lengua, para no salir de tu boca en ningún momento; eligiría ser tus legañas, para despertar en ti cada mañana, eligiría ser tu piel, para no irme nunca de ti. Si pudiera elegir, eligiría dormir cada noche en tu ombligo mientras a oscuras escuchamos cómo se inunda la ciudad, eligiría volver a dibujar corazones por tu vientre con las yemas de mis dedos mientras tú duermes y yo te miro y siento cómo el amor va pellizcando mi alma. Y pudiendo elegir, elijo ser sólo contigo y regalarte piruletas cada noche, elijo ser tuya a través de palabras en miradas y de miradas en palabras, elijo no tener sed si tu saliva está cerca y hacer desaparecer mi hambre al nutrirme con tus caricias, elijo amarte todos los segundos que me resten.

Nueve meses. Doscientos setenta y nueve días, más todos los anteriores :)

Doscientos veinticuatro mil besos

martes, 14 de abril de 2009

Mi amor...


Te llevo en volandas al campo y te regalo un diente de león, y tú por primera vez lo deshaces con un único soplido, dejando que se confunda con tu pelo y que tu deseo se marche por el cielo. Pídeme a mí. Y yo recojo margaritas, las estrecho en un lazo de viento y se las regalo a los dedos de tus pies, aunque a ti te mientan y a mí me digan la verdad. Y... ya te echo de menos. Y tú eres mi sol y yo tu luna, yo tu trueno y tú mi relámpago, tú mi lápiz y yo tu sacapuntas. Se me escapa el corazón de las manos cuando me tienes entre tus brazos.Y salgo a la calle a empaparme de la lluvia que tú escuchas, a repasar con un dedo las huellas que dejaste cuando te marchaste la última vez, a mojarme con el sol que sé que quieres ver aparecer. Eres mi primavera, mi verano, mi otoño y mi invierno. [u]Eres mi arco-iris. Y sale la luna y con ella me voy a casa, me marcho con tu beso en mis labios, oliéndote en mis manos, empañando todos los escaparates con tu aliento que se escapa de mis sonrisas. Y tu alma resbala feliz por mis mejillas. Y mi amor... Mi amor, te amo diecinueve millones de veces seguidas, te amo en todos los anocheceres que sea capaz de dibujar en tu pupila sin que te des cuenta, con la forma de nueve lunas superpuestas, entre arrebatos de amor al amarnos, con olor a piruleta roja roja, con sabor a risa recién comprada. Mi amor...

Doscientos veintitrés mil besos

domingo, 12 de abril de 2009

Ella me había regalado su corazón...


Ella me regaló su corazón, y yo caí dentro de él, de su sabor a piruleta roja, de su olor a pan recién hecho, de su tacto a sonrisa permanente. Ella me lo regaló, con esa primera mirada, con sus dedos sobre mi mano entre la multitud, con el paquete de chicles que deslizó sobre mi bolsillo. Ella me lo regaló, cada día, con besos, con mimos, con mordiscos, con placer, con dolor, en la cama y en el parque, en la distancia y cuando de juntas no nos reconocían, en el marrón de sus ojos y en su cuerpo desnudo. Ella me lo regaló, sin dudarlo, deseando hacerlo, sin bisturí ni anestesia, simplemente sonrío y lo coló bajo mis sábanas. Ella me lo regaló, me regaló su corazón, y yo la amé, juro que la amé tanto como me permitieron mis pulmones gritarlo, tanto como me dejaron mis manos demostrárselo entre sus pantalones, tanto como mi boca pudo decírselo, contárselo, desmostrárselo, tanto como mi alma fue capaz de hacérselo saber mientras hacíamos el amor. Tanto que me recosté junto a las huellas de sus zapatillas cada tarde. Tanto que cada noche era capaz de dibujarle nuestra luna de memoria bajo sus pestañas. Tanto que no temí regalarme a mí entera. Porque por su corazón eso y mil cosas más.

Doscientos veintidós mil besos

http://www.youtube.com/watch?v=aXu3WafBt6I&feature=related

viernes, 10 de abril de 2009

Parecía un día más...


Y sin tocarnos nos hacemos el amor, sólo con soñarnos, sólo con pensarnos, sólo con saber que nos tenemos. Y nos vemos y nos reímos, nos tumbamos una al lado de la otra y en silencio nos damos cuenta de que no podemos ser más felices. Te llevo al parque, y el que parecía un día más deja de serlo para convertirse en besos, en sonrisas, en caricias, en placer. Amor, dibújame árboles sobre mi espalda, que yo me encargo de ser el viento, el sol y el olor de primavera por tu piel. Amor, sé todas las estaciones de mi año, vuélvete sábana, arrópame cada noche, sílbame para que pueda dormir, y yo te regalaré mi calor en inverno y mi frío en verano, seré mar y seré césped, seré tu cielo y seré tu luna. Y no te olvides, mi amor, no te olvides de seguir queriéndome en parques y en sofás, en meses y en años, en invierno y en verano, con tu alma y con mi corazón ermitaño...
Doscientos veinte mil besos

http://www.youtube.com/watch?v=jD710_IQz1s&feature=related

martes, 7 de abril de 2009

Ella y yo


Puede ser un corazón roto, una eternidad sin verla, una descarga en la espalda. Puede ser una lágrima desbordándose de mis ojos, su piel descosida, mis manos como agujas. Puede ser su sonrisa determinando el tiempo que hará hoy, mis ganas martirizando su pelo despeinado, el temblor y el miedo de poder tenerla lejos. Puede ser su beso de antes y el mío de después, una nube que nos siga a todas partes y nuestra indiferencia hacia ella, su te quiero primero y el mío más alto después. Puede ser nuestra fecha en un parque, mi tatuaje de confianza, su saliva por todos mis lunares. Puede ser todo lo malo que quede reducido a nada en cuanto nos miremos.Puede ser correr bajo la lluvia, evitar que se vuele nuestro flequillo, deshacernos en un probador. Puede ser el deseo que nunca le dije de ser su paraguas, querer seguir con ella, necesitar seguir con ella, amar seguir con ella.

Puede ser todo...

Ella y yo. Y el amor. Y ella y yo de nuevo.

Doscientos diecinueve mil besos