martes, 27 de abril de 2010

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Tengo agujereados en la memoria todos los relatos en los que le di el papel protagonista y que nunca terminé porque no quería que ocurriera ni en la ficción. Tengo deshechos todos y cada uno de sus gestos, ya no me acuerdo de cuál era su peca mejor escondida ni de si las constelaciones de los lunares de sus mejillas hacían contacto con mi hoyuelo si sonreían. No recuerdo cómo temblaban mis piernas cuando me besaba ni cómo deseaba que la vuelta a casa no terminara nunca para seguir mirando la misma luna juntas un ratito más. Se me fue de la memoria su dedo pulgar dejándose caer en mi bolsillo y mis ganas de estrujarla al rozarme en las plazas llenas de gente que no nos importaba. Se me olvidó cómo llevar su nombre escondido en mi boca aunque ahora no sale de mis dedos, perdí el momento en el que le regalé mi corazón y se lo puse en la palma de mi mano, y entonces ella apretó demasiado y lo axfisió... Ya no hay suma de besos, sólo hay restas de recuerdos que se multiplican por todos los que no llegaron a ocurrir y se me inunda la cama de nudos en la garganta. Sólo hay una punzada constante que atraviesa la diagonal que formó de mis pulmones a mi pecho y que escuece y duele tantísimo que las lágrimas pierden su sentido. Sólo hay intentos por recuperar aquello que se fue esa noche, que mandó tan lejos que no sé ni por dónde empezar a buscar, aquello que no necesitaba aire artificial para respirar y que con un par de soplidos se volvía a poner de pie, aquello que abrió de par en par mi alma y que ahora está tan aplastada, cerrada y oxidada que temo que nunca vuelva a respirar.
Sólo hay un roto que me demuestra que la única persona que puede rajar y explotar tu corazón es aquella que te salvó en otra ocasión de otro asesinato al ventrículo izquierdo.


http://goear.com/listen/ee0e017/s%C3%A1lvame-luis-ramiro

lunes, 12 de abril de 2010

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Duele caminar por la calle y que unos dedos, sus dedos, no se entrelacen con los míos y me abracen por la espalda, me muerdan el hombro y me acompañen a casa. Duele pensar en ella en cada momento a cada instante y sentir cómo quema mi garganta y cómo arden mis pupilas, y no encontrar escondite alguno bajo mis pulmones porque no hay aire, y no tener dónde ir porque ella no estará allí. Duele que la almohada no me diga que ha estado ahí hace unas horas, confundiendo su pelo con el mío, pidiéndome que la acaricie y que le deje agujetas sobre el hombro, abrazándome tan tan tan fuerte como nos permitían las paredes pero sin miedo a rompernos porque era nuestra manera de curarnos. Duelen mis sábanas y mi manta que ya no huelen a ella, ni mi camiseta después de estrujarla, ni mis dedos después de rozarla... Duele pedirle que se acueste conmigo en un ascensor y llorar en cuanto me toca pero necesitar que lo haga, aun cuando su hombro se empapa con mis lágrimas y mi cazadora se ahoga con las suyas. Duele perderlo todo y duele que me destroce la felicidad en un minuto, que me quiebre la sonrisa de una hostia, que ganen los latidos en un pulso cabeza corazón. Duele el pasado asociado a su nombre. Duele conjugarla en pretérito.

http://www.youtube.com/watch?v=NZGMITibYpU

viernes, 9 de abril de 2010

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Me hizo temblar entre sus brazos en mil y una madrugadas y ahora consigue que tirite sin tocarme, pero de rabia y dolor, de tristeza. Me duele cuando está pero me mata cuando no está, me consiguió marchitar fumándose falsamente cada uno de mis besos y doblándome ante los recuerdos, ante anhelos que parten mi cuerpo en dos porque ella me falló y ahora me ha dejado sola ante algo que quema y que me viene demasiado grande. Y me consume el saberme queriéndola y odiándola, y me destroza la hostia que me ha dado sin paracaídas, y me mata el no recordar su último beso porque nunca pensé que lo sería, y no puedo con el hecho de no saber qué fue verdad y qué mentira, y me deshace el querer odiarla y olvidarla en un día y darme cuenta de que mis veintiún meses no se borran de una hostia, aunque sea de su propio puño.
Y ójala pudiera reventar su recuerdo a hostia limpia y hacerlo desaparecer... Pero ella siempre sigue ahí, incrustada en mis pulmones como un clavo oxidado que no deja respirar, tatuada en el alma como un día le dije al prometerme que jamás se iría de mí, como un nudo cuerpo a cuerpo y espalda contra espalda anclado en mi garganta e impidiéndome vivir, como un solo desafinado hambriento debajo de mis uñas, como un recuerdo inventado tras la almohada cada madrugada que los gritos de mi cama me despiertan...
Y yo sigo temblando.

http://www.youtube.com/watch?v=7cZYvszjRLA

miércoles, 7 de abril de 2010

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Nunca he sentido quemar más unas lágrimas sobre mi rostro, lágrimas que consiguen borrar mis mejillas, que consiguen aplastar lo que tú y yo fuimos un día y que jamás volveré a saber si fue de verdad. Lágrimas sobre las que deberías ahogarte y yo matarte porque ni te las mereces, porque eres una hija de puta y no te mereces que una cara triste tuya me mate por dentro, ni que te siga queriendo aunque no sepa quién eres, aunque te odie por quererte y por el dolor, porque me has roto el corazón en cachitos tan pequeños que dudo que vuelvan a pegarse y a poder llevar otro nombre jamás, porque me inundan y me llevan y me duelen, me estallan y me explotan el dolor y el daño que me has causado y descorchado en las pupilas. No te mereces que las lágrimas se vuelquen sobre mí en cuanto te das la vuelta, en cuanto algo tuyo me asalta a la mente, en cuanto pienso todo lo que he dado por ti y dejo de ver, de oir y de entender, en cuanto tus manos irreales vuelven a mis dedos... No te mereces ni huir. Te entregué mi corazón en crudo y vivo y tú lo has asesinado.

http://www.youtube.com/watch?v=SQBu1x-IWB0

viernes, 2 de abril de 2010

XVIII

Desde el primer momento supe que esa sonrisa no la cambiaría por nada, aunque me costara alguna que otra caída de labios, piel del corazón arrancada de por medio, pellizcos retorcidos en el alma. Es su sonrisa, y daría por ella hasta lo que aún no se ha inventado. Y esque esos labios mirando a la luna consiguen revitalizar un corazón en coma y dar vida a un pulmón en estado vegetativo porque es aire limpio de dolor, sincero. Saben solucionar mis noches y voltear mis ojos hacia ellos, colapsando el centro de mis pupilas y de mis manos. Pueden colarse por debajo de mis venas y pasar sobre ellas unas cuantas noches, dándoles calor y dejando su rastro por uñas, dientes y corazón. Son conscientes de que conmigo lo pueden todo y más, y se aprovechan y se cuelan en cada resquicio de piel que se intenta resistir a ellos pero que se rinde en cuanto los ve doblar la esquina.
Y quizá resulte que lo más fácil es lo más sangriento y no vamos a saber por dónde empezar, porque lo único que necesitan nuestras almas es follarse hasta reventar.


Quinientos dos mil besos

http://www.youtube.com/watch?v=C09bvC_PtHQ