Vomito tu nombre entremezclado con el alcohol. Tus ojos van con él, ahogándose, como un día yo me ahogué en ellos. Me miras desde la profundidad de una lágrima impotente que ya ni grita por falta de fuerzas. Las mismas que un día devoraste riéndote desde tu imposibilidad. Ya no dueles, sólo molestas. Así que haz una única cosa: desaparece de mis noches. Desaparece de una puta vez de mis sueños.
Escrito de una noche cualquiera
13 comentarios:
Es increible como a veces nos volvemos presas de nuestros propios recuerdos... cuando se trar del corazón por lo general nos sale tricionando, pensando y anhelando lo que ya no podemos tomar...
muchas gracias...
n.n me agradó mucho tu nuevo esrito.. también espero conocer más de ti en tus letras.
Los recuerdos suelen volver inesperadamente.
Un abrazo.
excelente, me parece que tambien se aplica en mujeres no?
Cuando menos esperes, cualquier ia de estos que te levantes de la cama... ya habrá desaparecido. Y de él no uqedará absolutamente nada.
Saludos
buen final
así es, ya no dueles, sólo molestas...
Somos un manojo de recuerdos buenos y...malos lamentablemente de estos últimos nunca podemos huir...ellos siempre se las rebuscan para hallarnos.
Anoche pensé en ti.
Como siempre, perfecto, magistral, maravilloso...
Un saludo,
Sara.
¿que si me siento identificada con esta entrada de blog?
No podría más, es que parece que te has metido en mi mente.
Increíble, pido lo mismo cada noche.
El único detalle es que él si me sigue doliendo, además de molestar.
Un saludo, desde este lado de la orilla.
Que entrada.
Tiene fuerza y eso me encanta.
No se como he llegado a tu mundo, seguro que por medio dealgún amigo bloguero.
que estes bien.
Groaarrrrrrrrrrrrrrr!!! Salud, belleza!! Hace cinco minutos que me he enamoradod e tí; deseo me dure toda la vida.
Oliverio
Ya no dueles, sólo molestas. Así que haz una única cosa: desaparece de mis noches. Desaparece de una puta vez de mis sueños.
Qué bueno!
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