
Es tenerte al lado y poder morir consciente de que nunca podré estar en mejor lugar. Es pensar en ti y darme cuenta de que ocupas cada rincón de mi vida, de que llenas cada esquina de piel vacía, de que arropas cada parte de alma que se quedó congelada al no saberte cerca. Es verte sonreír y adueñarme de tu sonrisa, porque tu sonrisa es mi sonrisa, y yo la desnudo con un beso, la muerdo y me la como, la guardo en mi zapatilla, la rescato siempre que no estás, la dibujo, la pinto, la escribo, la grabo en mis labios, la marco en mis pestañas, la escondo dentro del pantalón, la engancho a mi sujetador, la robo en un descuido de tu boca, la acaricio entre miradas, la siento, la espero, la cuido. La hago inmortal, eterna. La hago infinita.
Noventa mil besos
Y que no llevaremos paracaídas, que si caemos juntas no dolerá, mi vida.