No es el frío,
ni la lluvia,
ni el invierno colándose por la ventana,
ni las calles desiertas,
ni el viento barriendo lo que queda de mí
una madrugada cualquiera.
No es esta ciudad descolocada,
ni un grito a destiempo,
no es que la soledad me fuerce a extrañarte
y no sepa qué hacer con estas manos vacías,
con esta nube que amenaza mi puerta.
No es que tema estar perdiendo mi horizonte,
reducirme en otro cuerpo
incapaz de ser mi océano,
desconocerte por momentos
y reconocerme en ellos.
Es, simplemente,
el espejo,
el silencio,
la cama vacía.
La
pregunta
que
solo
es
pregunta.
Al principio el verbo era whisky
-
Al diablo no se le tutea, no se le ofrece asiento en la casa, ni siquiera
entra en lo prudente que intimemos con él, nombrándolo, dejándonos
acaricia...
Hace 13 horas
4 comentarios:
"...La pregunta al fin, que carece de respuestas..."
Un abrazo en la noche.
...la duda infinita de estar amarrada a un sol que ahora, sólo brilla en ella...
Fd: Vuelve
"la pregunta que sólo es pregunta" quizás encuentra un atisbo de respuesta (aunque efímera) al escribir el poema...
un beso!
no puedo dejar de leerte, eres hermosa!
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