Los truenos atraviesan mi cuerpo. Lo derrotan al atravesarlo, al zarandearlo, al abrazarlo hasta que ellos mismos se ahogan. Como su mirada. Presente, viva, inusitada. Fija.
Y la lluvia cae, matando al aire y asfixiando al suelo. Infinita, como esos ojos oníricos. Eterna, como aquella palabra que comencé a escribir un día de diciembre. Sublime, como lo que mis ojos espías me revelan de su piel. Plausible, como quien cierto día me presentó a la inspiración.
Que truene, que llueva. Que nos ahoguemos en palabras y respiremos con una única mirada escondida. Que nos empapemos de suspiros y que no podamos hablar más que de nuestra voz. Que me eches tanto de menos como yo te lo echaré a ti. Y que duela... Que duela para saber que seguimos vivas.
INCIERTA BELLEZA DEL VIENTO: Rubén Jiménez Triguero.
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ESENCIA DE LA DECADENCIA
Artistas descalzos en su total decadencia
intentando erigirse en una torre de marfil
y acariciar las divinidades de nuestro tiem...
Hace 1 hora
6 comentarios:
Muy bien :D
Un abrazo.
gracias por pasarte y por verme wuapa en simpson ! jejejeje.
muakis!
Guau.
Escribes realmente bien...
He llegado a tu blog mediante el de otros, espero que no te moleste.
Solo decirte que lo que he leído, me ha encantado.
¡Un beso!
que linda que sos...
Y esa canción? Voy a ver si me la bajo, que por la letra tiene pinta de ser muy buena :P
lindísima!
Estas tormentas que llegan sin avisar, cuando ya nos habíamos olvidado del abrigo de otras pieles...hace que las recordemos más que nunca, hace que lleguemos a necesitarlas...y necesitándolas...las echemos de menos...y al no estar...duelen...pero tienes razón, ese mismo dolor nos hace sentir que seguimos estando vivas...
Besitos de lluvia!!
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