martes, 29 de diciembre de 2009

X


Silba el viento y los besos crecen, deshechos entre los abrazos más calientes que un invierno me enseñó jamás... Adoro cuando al darle todo de mí ella me agarra fuerte, más fuerte, tan fuerte, como si temiera que pudiera desaparecer de repente; como si tuviera la firme idea de querer morir así: abrazada a mi cuello, con los ojos cerrados, más tierna y dulce que nunca, queriéndome únicamente suya y por siempre... Adoro ese momento en el que me dice que lo único que le apetece hacer es mirarme, y lo hace: cuando ando, cuando duermo, de espaldas, en ese pequeño instante en el que sus ojos se mantienen en los míos justo antes de besarla, e incluso cuando no estoy... Adoro que se tumbe en mi cama porque sabe que me encanta dormir después sobre su olor. Adoro sus infinitos dimples cuando me dan ataques de besos, su sonrisa inmensa cuando me pide que me tumbe sobre su hombro derecho. Adoro llevarla a las Cataratas del Niágara con tan solo sacudir el paraguas, hacer que se entere cada gota de agua de cuánto la quiero propagándolo a los cuatro vientos una noche vacía que se llena con nosotras, cantar con ella frases sueltas de Quique dentro de nuestro mundo del parapluie, verla bailar bajo la lluvia y quererla más que nunca... Adoro vivir esa media hora al año siempre a su lado, en el jardín de enanitos de Amelie, en esa panadería que nunca cierra, en ese pequeño hoyuelo que se vuelve tan profundo cuando nos ve, en esa fractura de costillas por abrazo accidentado, en ese cuento de Blancanieves y Cupido, allá por donde queda el infinito y más allá... Cuatrocientos doce mil besos

http://www.youtube.com/watch?v=3qjpAW2wAVY

sábado, 26 de diciembre de 2009

IX


Recuerdo el día que te conocí... Podría haber sido octubre, podría haber amanecido el día con niebla, podía haber llovido la noche anterior. Pero no... Era verano, una noche de colores, olor a piruleta incluso antes de conocer tus labios. Lo recuerdo... Tu mirada resquebrajó la mía triste, no había portal donde esconderse de tu luz, la locura invadió todos los huequitos de piel fría y ya no volvieron a ser cuerdos nunca más. Recuerdo tu pequeña mano, tan suave y manejable... Recuerdo que un escalón jamás fue tan cómodo, que una multitud jamás fue tan pequeña, que el silencio jamás dijo tanto en tan poco tiempo. Te conocí en una calle de diecinueve lunas, las que veríamos desde aquel momento cada vez que pensáramos en la felicidad. Nunca tan poco fue suficiente. Nunca una sola noche fue suficiente para vivir en ella diecisiete meses. Nunca lo dijimos, pero esa noche ya hicimos el amor entre bambalinas, en el backstage de un concierto de sonrisas un treinta de junio.

Nunca he estado tan segura de querer volver a vivir mil noches más como aquella...Negrita

Cuatrocientos nueve mil besos

http://www.youtube.com/watch?v=Jc-0zgmMoFA

miércoles, 9 de diciembre de 2009

VIII


Me devoras... Siento que tus dientes no quieren que quede nada de mí, que tus manos desean desgastar todos los gemidos que puedan salir de mi garganta, que tus dedos arañan todos y cada uno de los gritos que traspasan las paredes y llegan a la luna. Me embistes y te estrello contra la cama, mi boca sobre tu boca y tu aliento sobre mi vientre, orgasmos en tropel recorren la cama, arañazos colapsan espaldas y sábanas, cucharadas de mordiscos llenan nuestros cuerpos, promesas infinitas se cuelan por la entrepierna. Y tú tan guapa me miras dormir, y yo soñando feliz me enrosco a tu cuerpo y te abrazo tan tan tan fuerte que te falta el aire pero no dices nada, sólo quieres que ese momento no tenga final, que la noche sobreviva entre besos de nata y fresa. Y al abrir los ojos con el mejor despertar entre tu cuerpo que jamás viví veo a los tuyos sonreír a los míos y me muero de amor en tu abrazo... Muriéndonos en una remota habitación de un hostal de dos estrellas, dulce final para un nuevo comienzo...
Negrita
Cuatrocientos mil besos (por todos los de más de estos días...)

http://www.youtube.com/watch?v=70AX8TNL9TA

jueves, 12 de noviembre de 2009

VII


Sería como recorrer las sinuosas líneas que marcan el principio y el final de tu sonrisa y grabar su camino debajo de mi almohada. Sería como deslizar mi mano entre los botones de tu camisa verde y poco a poco ir desabrochando tu timidez y dando luz a tus ganas. Sería como sobrevivir en tu mirada y dejar de existir en cuanto dejaras de pensarme, convertirme en tu sueño... Sería como cerrar los ojos de una manera tan suave que tu olor fuera capaz de entrar en ellos y empañarlos, y que tu voz recorriera mi pupila y se instalase en ella para hacerme verte cuando no estás. Sería como hacer estallar tus besos en mis manos para que sus pedazos se pegaran a mi piel y esconderlos entre mis labios cuando no los tenga. Sería como recuperar tus manos dentro de mi piel: eléctricas, llevándome al cielo sin necesidad de pulsar ningún botón como en aquel ascensor; suaves, como promesas que resucitan mordiscos en el cuello; infinitas, como caricias entre costado y costado... Sería como robarte las cosquillas en un bostezo, como cuidarte el sueño al darme la mano, como besarte los dedos mientras te veo dormir...

Trescientos cincuenta y cinco mil besos

http://www.youtube.com/watch?v=7cZYvszjRLA

miércoles, 4 de noviembre de 2009

VI

Evasiones

Por momentos te oprimí entre las costillas, te congelé y me impedí respirarte, convertí mis pulmones en jaulas y no te dejé entrar. Por momentos corté en tres partes los pétalos de tus margaritas, rasgé uno a uno tus abrazos de cartón, desempapelé las paredes de tu cama que ya había hecho mía hacía tanto tiempo. Por momentos traté de escapar (te), borrar (me) tu ausencia, arrinconar (nos) en vías de tren abandonadas... Por momentos creí querer olvidarte...



Y esta vez fueron siete sonrisas...


Y quizá hoy nos pillen en un ascensor y mañana sea el día de tirarte tres veces de la cama; o puede que hoy parezca un día más y mañana me muera por encontrar otra vez a la casa durmiendo; tal vez hoy sea día de chino en tu espalda y mañana me apetezca hacértelo en medio del campo; puede que hoy te ponga nombre de cereal y mañana descubramos por casualidad ovnis entre bocabits; quizá hoy te regale mi cojín por navidad y mañana te despiertes enfundada en una gran manta amarilla; o puede que hoy sea el día en el que decidas romperme unas bragas rojas y mañana me digas que me quieres a oscuras por primera vez...


Cupido y Blancanieves resucitaron... Y yo sólo expulso ilusión por cada poro de mi cuerpo, en cada costado sólo hay sonrisas y un brillo eterno se observa al doblar la esquina de mi alma.

Ti amo por tutta la vita

Trescientos cuarenta y nueve mil besos

http://www.youtube.com/watch?v=GBKUshU5XbU

miércoles, 14 de octubre de 2009

V


Me gustaría llevarte al cielo como una niña que sueña con despegarse del columpio y volar alto...
Me gustaría bordar tus dedos anulares a las comisuras de mis labios para que dirigieras mi sonrisa cada mañana, cada tarde y cada noche. Me gustaría coser mis uñas a tu espalda para que me arranques gritos de placer en cada embiste. Me gustaría reventarte cada vez que me viene tu pequeña gran sonrisa a la mente, dejarte el alma embarazada, hacerte el amor en cada pulso de miradas. Me gustaría vivir octubre bajo tus pestañas y por las mañanas no pasar frío porque tú me miras, soplar el invierno y aparecer en tu cama porque tú me miras, reproducirnos en el campo y terminar la primavera casándonos porque tú me miras, vivir un verano sin fin y darte un beso otoñal un día sí y otro también porque tú me miras. Me gustaría quemarte la lengua a mordiscos, rasgarte a pedazos la piel y desgastar tu boca de tanto beberla; tragarte, chuparte, quererte, calentarte, comerte, besarte, provocarte, follarte...
Me gustaría que me llevaras lejos, muy lejos, pero de tu mano siempre...

Trescientos treinta y cinco mil besos

http://www.youtube.com/watch?v=xlnpedLeGbo

sábado, 26 de septiembre de 2009

IV

Sólo quiero acariciar el lóbulo de tu oreja una noche en un portal, suspirar a las puntas de tu pelo mientras te recuestas sobre mí, jugar a hacer figuras con los lunares de tu cuerpo mientras te abrazas a mi almohada. Sólo quiero que no importe que no haya razón y que sea todo corazón, sólo quiero que nos tiemblen las piernas y que seas de esas que nadie recomienda, sólo quiero enfadar a los dedos de tus pies que bajo sábanas se duermen sobre los míos sin darse cuenta... Sólo quiero arrancarte el labio tan despacio que no te duela, estrujarte tan fuerte que tus latidos se escapen por las costillas pero que tampoco te duela, darte trescientos veinticuatro mil mordiscos en la punta de la lengua y que eso tampoco te duela. Sólo quiero aspirarte como si fueras el último tiro del cigarro más difícil, beberte a tragos largos para que me subas a la cabeza lo antes posible, chutarme sobredosis de esos besos que a veces tiran a matar. Sólo quiero salvajedades en cuartos de baños, bragas rotas por el suelo de tu habitación, cremalleras tatuadas en el dorso de tu mano izquierda y millones de orgasmos apelotonados en la garganta. Sólo quiero que me lleves lejos de aquí, sólo quiero que de verdad te lo propongas y lo consigas, sólo quiero despertar con una sonrisa que se alargue hasta la noche. Sólo te quiero a ti... y a tus pequeñas grandes sonrisas de Amelie.

Trescientos veinticinco mil besos (de nuevo (:)

http://www.youtube.com/watch?v=kix35_Y9LuI

sábado, 19 de septiembre de 2009

III


A menos tres centímetros y sin segundos de por medio... Aunque al día siguiente no consiga distinguirte con la mirada porque no sé dónde encontrarte y ni siquiera sé dónde estoy yo. Volver a tus dedos entrelazados con mi respirar entrecortado, regresar a tu mirada de niña triste que consigue que haga lo que ella me mande sin ni siquiera negarme una vez. Recuperar tu boca (Dios... tu boca) en un parque y dejar a un lado por unos instantes el vacío tan grande que me brindan las esquinas que ya no llevan tu nombre, que ya no me cuentan sobre ti, que ya no me dicen cuánto me quieres.... Rescatar tu abrazo de media tarde, ése en el que me hundo porque realmente no quiero salir de él, ése al que a veces tengo la necesidad de obligarle a ahogarme porque no quiero vivir fuera de él pero siempre termina diciéndome adiós, ése que necesito cada segundo de mi puta existencia. Romper los días que vivo sin ti, cachito a cachito, y tirarlos junto a los restos de los esquemas que en su día me rompiste, allí donde también habita un mordisco de mi alma y donde se quedaron aquellos latidos que sólo sabían sonreír. Saber que aunque echarte de menos siga siendo la constante de mi vida, prefiero verte y que me duelas a no verte y que me rompas.

Y ahora los diecinueves duelen...

http://www.youtube.com/watch?v=DE9IchvpOPk

martes, 15 de septiembre de 2009

II

Te echo tanto de menos que cada segundo se vuelve innecesario sin ti, que todas y cada una de las palabras que pronuncio empiezan con tu nombre y terminan con tu ausencia, que no puedo sacarte de mi alma porque conseguiste dejar tu huella en cada rincón de ella... Te echo tanto de menos que me rompo en cada instante que intento alcanzar tus dedos y no los encuentro, que se me resquebraja el alma cada minuto que paso sin ti, que te veo en todas mis huellas y se me cae el mundo a los pies. Te echo tanto de menos que cuando te abrazo fuerte fuerte fuerte las ganas que me invaden de besarte consiguen romper mi alma, y me derrumbo sin que te des cuenta sobre tu hombro e intento salvarme, pero no puedo conseguirlo... Te echo tanto de menos que me duele la vida hacerlo, y el frío me recuerda a tu invierno cuando me adoptó. Y ahora el viento sólo me cuenta que ya no estás, que mis ojos se cerraron para no dejar de llover, que siempre existirás y que jamás te marcharás de mí... Que te di tanto de mí que he dejado de ser...

http://goear.com/listen/8d5fb01/Cold-Water-damien-rice

sábado, 12 de septiembre de 2009

No lo leas.

No quiero echarte de menos, no quiero. No quiero pensarte, no quiero querer quererte, no quiero no poder olvidarte... No quiero darle la vuelta a tus fotos esta mañana y encontrármelas de nuevo derechas esta tarde. No quiero rescatarte en cada momento, dibujar cada segundo contigo cuando cierro los ojos, empañar cada rincón donde estuvimos... No quiero mirarte, no quiero buscarte, no quiero esperarte. No quiero temblar cada vez que tu olor se cruce en mi mirada, no quiero quebrar mi voz al decir tu nombre en voz baja, no quiero despertar añorando tu sonrisa. No quiero no recordar cómo fue nuestro último beso, no quiero que al echarte de menos sienta lentas puñaladas entre costilla y costilla, no quiero que me duelas tanto... No quiero pensar en todos los besos que dejamos sin escribir, no quiero tu ausencia, no quiero mi tristeza, no quiero nudos en la garganta ni ojos empañados. No quiero lunas, no quiero mi alma rota. No quiero verte, no quiero no verte. No quiero el fin... No quiero no poder, no quiero no ser capaz.

sábado, 5 de septiembre de 2009

If your hands weren't there...


Si el alcohol resultara que no ahoga las penas, sino los ojos; si el sol resultara que no da luz, si la luna resultara incapaz de abarcar mi sueño, si la lluvia resultara que seca el alma más que mojarla... Si los latidos resultaran más dolorosos cuanto más son oídos; si cada tecla resultara más dañina que la anterior; si una promesa resultara igual de dolorosa que un mordisco sin anestesia entre costado y costado...
Si al despertar mañana no te encontrara entre las sábanas; si al respirar no dispusiera de tus pulmones encima de la alfombra; si al hacerme la dormida no viera tu sonrisa boba mirándome; si al caminar no sintiera tus dedos entrelazados con los míos; si al mirar no se escondieran tus pupilas bajo mis pestañas; si al recordar sólo pudiera quedarme con las sonrisas de primavera...
Si tus manos no estuvieran allí...
Entonces... ¿qué sería de mí?


Trescientos veinte mil besos

http://www.youtube.com/watch?v=-hRhqYb-rbk

miércoles, 26 de agosto de 2009

Eres la cosita más bonita...


No te pido nada... Salvo tu boca perenne en mis escalofríos cada madrugada que paso en tus latidos. Salvo tu voz diciéndome también mañana entre beso y beso que me amás más que a nadie, salvo una noche derramando por tu piel sabor mayo cientos de piruletas fabricadas con nuestros dedos la tarde anterior. Salvo dientes de león y margaritas, porque si no están ellos seré yo quien te muerda y te diga medias verdades mientras el viento me lleva lejos. Salvo tu sonrisa eterna despertando mi entrepierna... Salvo el corazón siempre entero, siempre, sin fisuras ni arañazos, sin patadas ni mordiscos, sin cuchilladas ni desgarros.

Y tú... Pídeme lo que quieras. Dime que quieres tormenta y saldré al bosque a partir un rayo y a dejártelo a los pies de tu cama. Dime que extrañas la primavera y convertiré tu vida en un parque y a mí en tu banco preferido. Dime que buscas que nadie lo entienda y que tiemblen tus piernas y te lo cantaré cada día. Dime que echas de menos lo imposible y mañana lo tendrás en la puerta de tu casa. Dime que quieres irte conmigo a dondesea y enroscada a mí te llevaré en brazos por toda la geografía de nuestros cuerpos desnudos...


No te pido nada... Salvo a ti.


Trescientos dieciocho mil besos

http://www.youtube.com/watch?v=OERI6WDGAnk

domingo, 19 de julio de 2009

Trescientos sesenta y cinco parachutes


Porque no son sólo trescientos sesenta y cinco días... Son trescientas sesenta y cinco sonrisas, con sus hoyuelos y dolor de mejillas incluídos; son trescientos sesenta y cinco viajes a la luna en una escoba de papel, con los ojos cerrados, mis manos en tu cintura y tu olor atravesando mi pelo...; son trescientos sesenta y cinco besos, en portales, en esquinas trasnochadas, en coches borrachos, en árboles sedientos, en sofás dibujados, en camas hambrientas, en parques enamorados...; son trescientas sesenta y cinco miradas queriendo explicar lo inexplicable, que ni Cupido ni Blancanieves pueden comprenderlo, que estamos tú y yo y que venga el resto después si quiere que nuestras manos jamás se desenlazarán, que sólo nosotras somos capaces de convertir los tornados en canciones y las canciones en polvos increíbles. Son trescientos sesenta y cinco te amos que saben a verdad, que adoro escuchar entre gemidos, que te encuentras en el papel de las piruletas que te regalo y que yo saboreo entre los chicles que me cuelas en el bolsillo

Porque lo mejor es que cada día a tu lado es diecinueve de julio.

Como ya te dije...:
Porque aunque un año es poco tiempo,
tú eres ya toda mi vida.


Trescientos mil besos

http://www.youtube.com/watch?v=CB2d85YuO90

martes, 7 de julio de 2009

'Pequeña sonrisa de Amelie...'


En ningún momento la busqué... No le pedí que viniese a por mí, que me buscara la mano entre decenas de personas y unos cuanto decibelios, que sus mejillas coloradas no dejaran de mirarme en toda la noche. No le dije que sonriera, que ansiaba enamorarme de su sonrisa, tampoco que me curara y que su mano fuese la que me salvase de todo lo que me dolía. No le pedí que fuera el desvelo de todas y cada una de mis madrugadas, ni el temblor de mis pestañas al mirarla ni el de mis uñas al rozarla, ni siquiera la razón del latido que caminaba más rápido que mi andar al ir a buscarla. No le dije que un año más adelante se convertiría en mi luna y yo en su piruleta, que el sólo hecho de sentirla sobre mi pecho era como flotar entre lunares, los suyos, ni que sería mi pequeño cereal cuando nadie nos entendiera...
No le dije nada, no le pedí nada. Y ella apareció, apareció con su bonita mirada e hizo de mi vida una carcajada feliz, una sonrisa continua, un te amo perenne...

Doscientos noventa y nueve mil besos

http://www.youtube.com/watch?v=P3Q5ajmOpV4

'My sweet love...'


No quiero, no, no voy a dejar de malacostumbrarte, voy a seguir haciéndolo todos los días que me resten a tu lado. Voy a seguir llenándote los días de piruletas rojas, muy rojas, para que se conviertan en mi chupachups tus labios de fresa. Voy a seguir colándome por tu ventana cada noche, esconderte palabras debajo de la almohada y dejarte abrazada a la luna, esa luna que ya no es sólo una... Voy a seguir recortando el hueco de la sábana donde tú no me faltas nunca, a subir al cielo para recordar tus manos por mi cuerpo, a sonreírte tanto que no puedas evitar querer dormir en mi sonrisa cada noche. Voy a seguir llevándote a puestas de sol, a acariciar tu nombre cuando me digas que me quieres, a besarte incluso cuando no estés. Voy a seguir siendo tu semáforo en verde, el remitente de tus cartas anónimas, el corazón desnudo en la palma de tu mano...

Doscientos noventa y siete mil besos


http://goear.com/listen/7eebce7/Sleep-dont-weep-Damien-Rice

sábado, 27 de junio de 2009

Te quiero devorar


Sentada en una esquina de tu espalda escribo poemas que relaten la historia de tu piel desnuda mientras suena una guitarra rasgada, y es cuando descubro que son tus besos que como notas se van colando por mi columna vertebral. Déjame relatarte una canción al oído, una de un veintiséis de junio; déjame envolver tu mirada que quiero mirarla hasta deshacerla; déjame trepar por tu cuerpo y hacerte el amor con la respiración que quiero que te enrosques a mis suspiros y no los sueltes en toda la noche; déjame dibujar un piano en tu espalda y resucitar toda melodía olvidada y borrada; déjame acariciarte, acariciarte otra vez, y otra, hasta que me aprenda cada lunar de tu cuerpo, hasta que conozca todos los poros de tu piel y consiga robarles su olor, hasta que nos durmamos y mis dedos sigan jugando con el roce de tu aliento... Déjame todo, que te voy a amar toda la noche hasta que quieras despertarme a base de besos, que te voy a mirar y a mirar y a mirar porque mirarte me lleva al cielo y yo ya no quiero bajar de allí, que te voy a regalar una nube e inventar una tormenta para que vengas a abrazarme. Escucha... Que ya empieza.

Podría darte diecinueve mil razones... Te quiero Doscientos noventa mil besos

http://www.youtube.com/watch?v=E7jPGE5Haxw&feature=related

viernes, 19 de junio de 2009

Final

No entendía cómo había sido capaz. Cómo, después de tanto tiempo pensando que no me quedaba más amor por dar, Ella había conseguido abrir mi corazón de golpe, un corazón herido de muerte y maltrecho. Abrirlo de verdad, curarlo y dejar que de él saliera un amor tan puro, tan verdadero y tan real que a veces me asustaba. Me asustaba porque cada día la amaba más y me había dado cuenta de que desconocía mis propios límites, aquellos que creía sobrepasados ya. Pero era así, yo la amaba y me moría por cada palabra, por todos y cada uno de sus huesos, por todas las veces que me esperaba debajo de mi portal. La amaba desde aquel primer te quiero que Ella me dijera una noche de verano. La amaba cuando yo inconscientemente estaba pidiendo a gritos ser amada y Ella fue la única en oírme. La amaba al besarla, al perderme en su cuello buscando ese olor que se había convertido en el Edén para mí. La amaba al tocarla con un solo dedo la mejilla, al buscarla desesperada tras cada voz y no encontrarla, al necesitarla y tenerla. La amaba al hacer mía su boca en nuestro portal, en nuestro banco, en nuestro parque. La amaba al abrazarla para protegerla del invierno, la amaba cuando viajábamos al verano en su cama, la amaba cuando la primavera nos vestía de recuerdos, la amaba al sentir el otoño sobre su paraguas y Ella a mi lado. La amaba porque era mío su dolor, la más mínima punzada suya se clavaba en mi pecho y ardía, su rasguño más pequeño abría zanjas en mi alma. La amaba cuando creaba espectáculo con su sonrisa, cuando su risa empapaba la ciudad y yo sólo podía mirarla y morirme de amor. La amaba cuando las gotas de lluvia resbalaban por su paraguas y nosotras bajo él nos dábamos besos interminables. La amaba al despeinarla, al tatuarla mi amor en cada roce, al invertir toda mi saliva y todas mis letras en ella. La amaba cuando le regalaba mi corazón, se lo ponía en la palma de la mano y Ella me amaba también.


Quería creer que yo también era su sueño. Que yo también había aparecido en el momento justo de su vida con el único propósito de hacerla feliz y que lo estaba consiguiendo. Que no mentía en cada promesa que me hacía, que realmente me quería con ella toda su vida y que ‘el final’ dejó de tener lugar en nuestra voz desde aquel 19 de julio. Que continuaríamos follándonos el alma todos los días, todos los segundos que nos restaban juntas, todos los momentos que viviéramos en nuestro ático perdido de Londres. Que los miles de besos aumentarían día a día hasta llegar al infinito, hasta perder la cuenta… Y así fue.

Esas siete palabras, no puedo dejar de pensar en ti, continuaron resumiendo cada día nuestra historia: la de un amor interminable.

http://www.youtube.com/watch?v=CB2d85YuO90

sábado, 13 de junio de 2009

Tercera parte
Me estaba salvando. No tenía ninguna duda. Ella había venido a por mí, únicamente a por mí. Por primera vez en cuatro años sentía que no era yo la única que iba a darlo todo sin recibir nada, a desgastarse, a romperse, a dejarse sin piel, a abandonarse en el camino como ya había hecho anteriormente por un amor sin sentido. No. Ella iba a amarme, lo veía en su mirada, en cómo sus ojos se perdían cuando se colaban en mis pupilas esas primeras tardes al sol, en cómo se callaba, cómo se callaba y dejaba que yo me sonrojara mientras Ella me devoraba con sus pequeños ojos, pequeños y preciosos, en cómo con sólo mirarme conseguía dibujar en su rostro la sonrisa más sublime que jamás veré. Se lo dije miles de veces: ‘Eres mi paracaídas’, ‘No dolerá si caemos juntas, amor’… Y no dolía. Nada dolió. Hizo desaparecer la constante que había marcado mi vida durante tanto tiempo de una manera tan fácil que no pude sino quererla.

Así vivimos. Emigrando a los parques, alquilando portales, descorchando la luna que salía cada noche y nos sorprendía entre besos, caricias y sonrisas. Viviendo nuestro verano, como más tarde haríamos con el otoño, el invierno y la primavera. Era tan bonito sentirla conmigo… Saber que comenzábamos a ser sólo una al lado de otra, dejar de necesitar al resto del mundo, ser felices sólo con mirarnos. No tenía miedo, no tenía ninguna duda, ningún temor. Ni con el primer te quiero ni con la primera vez que se deslizó bajo mis sábanas. Sentir su cuerpo desnudo, apretado contra el mío, ésa y todas las demás veces que llegaron después, era una sensación increíble. Inusitada, plausible. Subirla encima de mí, enroscarme a su pequeño cuerpo, permitirle que me llevara al cielo (y casi rogarle que no dejara de hacerlo), sintiéndola, siempre sintiéndola, ya fuera alentando entrecortadamente mi nuca mientras el sudor empapaba las sábanas o respirando tranquila, medio dormida y soñolienta, sobre mis brazos… Estaba tan guapa cuando cerraba los ojos, se abrazaba a mí y sonreía, dejando su sonrisa impresa en mi almohada. Y yo la devoraba, me comía todo lo habido y por haber, su piel era mi cena y me reservaba su entrepierna como postre. Y la abrazaba, le suspiraba el ombligo y su tatuaje que a veces me resultaba infinito, entrelazaba los mechones de su pelo entre mis dedos mientras mi lengua suave recorría sus labios, despacio, para volverla loca, para escucharla morir en mi boca, y dejaba pasear mis manos sobre su vientre, repasando su perfil y memorizando el tacto del color de su cuerpo para rescatarlo después en mis sueños, ésos que Ella protagonizaba día y noche. Ella… Tan bonita.

miércoles, 10 de junio de 2009

Segunda parte

No sé qué fue lo que me cautivó, si su sonrisa entrecortada y su mirada tímida pero valiente, o quizá fue su ternura, su derroche de cariño y sus suspiros al cruzar sus ojos con los míos lo que me hizo mirarla como nunca había mirado a nadie. Sólo sabía que por primera vez en mucho tiempo me sentía bien al lado de alguien que no fuera su fantasma. Que quería estar allí, sentada con Ella por primera vez en un portal, en uno de tantos que nos sentirían en adelante. Que me encontraba a gusto entre sus vaqueros rotos y sus zapatillas de colores, que no quería levantarme, que no quería perderla de vista. Que acababa de conocerla y deseaba que no terminara la noche.

Radiante. Por fin lo había logrado. Sentada a su lado, había hecho posible su sueño de conocerme y ahora, pensaba, quizá comenzaríamos uno juntas. Y llego el día siguiente, y las palabras confesadas y las calladas, y las ganas de reventarnos la boca de una vez, y el miedo, y la duda, y la ilusión. Y otra vez la noche. Luces, canciones desorbitadas y nuestros ojos de nuevo encontrándose de esa forma que sólo ellos sabían. Mis pestañas trémulas al mirarla, sus manos inquietas sobre mis dedos, sonrisas de medio lado y ese algo que hizo que todo lo demás desapareciera, que hizo que sólo nos encontrásemos Ella y yo en aquel lugar, que fuéramos lo único existente. Y mis ganas de estar junto a Ella… Nos marchamos juntas, no sabíamos a dónde, aunque no hubiera importado que hubiera sido el final del mundo. Nunca tuvimos destinos, nos bastaba encontrar nuestras manos al andar para estar tranquilas. Y encontramos aquella esquina, dorada por la luna, empapada de noche, dibujada allí únicamente por y para nosotras. Así, coloreadas de intimidad y sin reloj, nos acercamos y probamos el sabor que nos haría más tarde toxicómanas y drogadictas, nuestros labios se juntaron y la saliva que humedecía nuestras lenguas estalló, se volvió loca y consumió los minutos en aquellos besos. En aquel momento comencé a apartar de mi mente a los ojos azules con tal firmeza y seguridad que yo misma me asombré. En aquel momento comencé a querer quererla…

http://www.youtube.com/watch?v=ud5k4_xEC5c&eurl

domingo, 7 de junio de 2009

Fueron siete palabras.

Primera parte.
Fueron siete palabras. Siete palabras que sonaron como un beso, que sentí como un silencio que clama un grito intermitente, que cruzaron mi mente como se cuela una pequeña rendija de luz en una habitación en la que la oscuridad te mata de miedo.Siete palabras y su nombre… Y todo lo que vino después.

Me buscó día y noche. Me buscó, me encontró y me quiso para Ella. Me quiso y me tuvo, me poseyó como nadie hizo nunca, ni siquiera los ojos azules de los que le advertí que no me hacían recomendable para ella. Pero a Ella no le importaron, hubiera luchado contra el mundo entero por mí si hubiera sido necesario. No quería nada más: me había encontrado.

Me dolía. Me dolía hasta el hambre, la sed. Me dolían las ansias de ser feliz. Pero estaba acostumbrada. Como el enfermo que de tanto desgaste ya no siente su enfermedad o como el hambriento que se olvidó de cómo se comía. Había dejado de pertenecerme tiempo atrás; caminaba, y no sabía cuál era mi rumbo; miraba, y sólo veía el azul más penetrante jamás visto. La dueña de ese cielo marino me había arrastrado hacia ella sin quererlo, desgajándome poco a poco el alma, como la droga más pura y fuerte atravesando mis venas despacio, tan despacio que sentía cada mirada suya como pinchazos en la piel. La quería, al menos algún tipo de adicción mortal la profesaba. Necesitaba de ella cada día, de sus pestañas, de su voz y de sus manos. Era adicta a la tristeza que me dejaba su adiós, me alimentaba de melancolía y sólo vivía de mis lágrimas sabor a ácido. Y así vivía, sin saber aún hoy muy bien cómo. Y entonces… Ella.

lunes, 1 de junio de 2009

Je t'aime...


Llévame a estrenar el verano en un parque contigo, hagamos planes de cómo deshojaremos el sol cada tarde y te encontrarás con un lirio cada noche bajo la almohada. Hagamos el amor en medio de los campos y probaré a versar un soneto sobre tu espalda al sol, y quizá robe una nube para verte dormir sobre ella mientras juego a enredarme con los dedos de tus pies. Prométeme amor en cada anochecer, pinta mis latidos del color de tus dedos porque no quiero que dejes de acariciarlos, y en silencio sopla un diente de león sobre mi vientre para que tu deseo alcance todo mi cuerpo... Déjame silbarte un cuento mientras te abrazo por la espalda, un cuento en el que tu sonrisa se convierte en el desenlace y tus ojos son el principio de todo. Alimentémonos de risa, de cosquillas que nos vuelvan locas, de mi lengua tras tu oreja, de tus besos en donde mis manos no llegan. Alimentémonos de ti, de mí, de las dos, de nosotras, de ti de nuevo, de mí otra vez. Querámonos allá donde los sueños no alcancen a comprender que hay lugares a los que de lejos que están no pueden llegar.

Doscientos sesenta y dos mil besos

martes, 26 de mayo de 2009

Ven...


A veces tengo pesadillas en las que pierdo la cuenta de cuántas lunas vivo sin verte, en las que sorprendo a mis dedos sin tu pelo entre ellos, en las que mi corazón se encharca y pide a gritos una ambulancia urgente. En ellas, ni un cuenco de cereales aleja la certeza de que no te tengo cerca... Y me pregunto cómo puede ser posible que eche tanto de menos unas caricias que no te dio tiempo a darme. Y los parques, y las puestas de sol, y las margaritas pierden su sentido. Y las piruletas, y las tormentas, y los paracaídas pierden su sentido. Y mi aliento, y mi piel, y mi alma pierden su sentido. Hasta el propio sentir pierde su sentido... Y yo me pierdo, no te encuentro y me voy, no te veo y me muero, no te beso y no quiero seguir. Y olvidada, sigo preguntando a los dientes de león si me echas de menos, si tú también me echas de menos, si aunque no estés tú también has sustituído la palabra lejos y la palabra dolor por mi nombre...


Y entonces despierto, tiritando por esas pesadillas que a veces duran días... Y vuelve tu sonrisa, vuelve tu aliento tras mi oreja, vuelven tus brazos intentando tenerme por completo, tus besos por mi espalda, tus dedos entre mis dedos, tus soplidos a mis lágrimas, tu boca borrando el nudo de mi garganta, tu voz abriendo mis ojos... Y yo sólo alcanzo a pedirte que nunca me sueltes...

Doscientos cincuenta y un mil besos

martes, 19 de mayo de 2009


Voy a probar a secuestrarte con un soplido tras tu oreja como cebo, a fabricar lírica entre tus omoplatos para acudir a ti cuando tenga hambre de versos, a emborronarte en palabras que nunca verán la luz. Voy a probar a confesarte la verdad, y esque mi amor eres el poema más bonito que jamás leí; a esconder besos en la manga de mi jersey para que al darme la mano se deslicen sobre tus dedos; a suplicarte que nunca dejes de salvarme, que son tus yemas las únicas que quiero que me coloreen sonrisas y me borren lágrimas. Voy a probar a recogerte volátil entre mis brazos y a hacer de ti algo tan infinito que haga que los sueños se eleven a ti para no tener fin.


Multipliquemos de nuevo diecinueve por diez...


Te amo tanto, tanto... Tanto... Tantísimo...


Doscientos cuarenta y seis mil besos

domingo, 17 de mayo de 2009

Te sueño...


...cosa bonita.

Sueño, y caigo por accidente entre los labios de tu entrepierna, les doy doscientos cuarenta y tres mil besos, y volamos y volamos... Sueño, y despierto con tu meñique aterrizando sobre mi espalda, tu sonrisa se cuela en mis legañas en un único pestañeo, tus suspiros empañan mi mañana y con cuidado te inclinas sobre mí dibujándome el amanecer a besos lentos, despertando a mi mundo entero, inventando caricias nuevas sobre mi cuerpo. Sueño, y te regalo la primavera en una piruleta roja, te acaricio y me pregunto cómo sabrán las margaritas en tu boca, si volarás por el campo como los dientes de león, si brotarás con cada rayo de sol y si me echarás de menos cuando haga frío. Sueño, y tú aprovechas y duermes en los hoyuelos de mi sonrisa, te cuelas en mi ombligo y deseas no despertar nunca de este sueño...

Doscientos cuarenta y cuatro mil besos

domingo, 10 de mayo de 2009

Luna llena cubierta por la niebla...


Se retuerce, se evade, se marcha, vuelve, me busca, se va. Me come, me araña, me lame, me besa, me roba el cuello y la voz. Me ata las manos, me tapa los ojos y hace conmigo lo que le da la gana. Me roba las pestañas, se cuela entre mis piernas y me deja ahí, entre nube y nube, cielo que chorrea placer. Y ella se mueve, lenta, sobre mí, y suena la lluvia resbalando por mis piernas, y su lengua deja un rastro eterno por mi cuerpo, y yo le pido más, y más, y más. Que no pare, que quiero atravesar la luna con su boca en mi vientre, que sus dedos son milagros y que mis gritos ahogados pronto atravesarán la pared. Y ella sigue, y yo me siento astronauta bajo su cuerpo, atravesando el universo y preguntándole de qué planeta viene, cómo puede ser tan maravillosa, cómo cuando parece que no hay más ella me sigue embistiendo contra la cama con tanto amor que dejo de hacer todo menos sentirla.

Y mi corazón estalla.


Y entonces regresa, se recuesta sobre mí, y respiro, y la miro y sé que podría estar así toda mi vida, abrazándola, riéndonos de nuestra sonrisa tonta, paseando mis yemas por su piel, amándonos, amándonos de nuevo, amándonos otra vez... Y quiero hacerla prometerme que después de diez meses sigue siendo un sueño interminable.


Que te amo tanto...


Doscientos cuarenta mil besos[/b]

miércoles, 6 de mayo de 2009

'Haré por ti todas las cosas que nunca hice por mí...'


Dame un poco del fuego que sale disparado de tu entrepierna sólo con mirarme una vez, que quiero fumarte y aspirarte como si fueras el último tiro el mundo. Dame sed y quítame el sentido, que quiero emborracharme de ti una noche entera, con su noche en un parque y su amanecer en un tobogán, tumbarnos de noche y levantarnos de día, con sabor a sonrisa y tu cuerpo en el mío. Dame la droga que esconde tu ombligo, cósete a mi espalda y esnifémonos la piel que nos rodea, besémonos hasta quedarnos afónicas, silenciémonos hasta que las palabras inunden la cama, arañémonos las legañas al despertar juntas...Dame un poco de ti, dame un poco más de ti, dame un dedo de la mano mezclado con la parte de atrás de tu rodilla, endulza tu tatuaje con el sabor de tu cuello y dámelo, recorta tu aliento en forma de corazón y pégalo en mi vientre.

Dame... Dame un poco de ti.

Yo a cambio... Prometo regalarte versos quebrados, piruletas abiertas, arcoiris en los charcos de las calles, una luna llena en lo alto de un tobogán, un beso a tientas en un garaje, el sol en mi sonrisa y el viento en tus manos, el banco favorito de nuestro parque, ser tu manta cada vez que tiembles...


Doscientos treinta y trés mil besos

domingo, 26 de abril de 2009

Bobu...


No quiero ser un latido muerto... Quiero ser quien haga pelear a tus latidos por ver quién llega antes. No quiero ser un infarto que nos mate... Quiero ser la sangre de tus venas y de tu corazón. No quiero ser dolor, ni que me duela... Quiero ser lo que vea tu sonrisa en el espejo cada mañana. No quiero que te vayas, no, no quiero que te vayas y que a mí me duela hasta lo que no existe, hasta lo que no pueda respirar porque me ahogue, hasta los putos latidos que de tan lentos que vayan los vaya notando como puñaladas sin anestesia, como desgarros sin sentido, como disparos en las costillas... Quiero tumbarme contigo en la cama, no hablar, que nos vayamos acercando cada vez más y más, que me pidas a gritos en ese silencio que no puedes más, que tú también te estás muriendo, que necesitas arrancarme la boca y no soltarme... Y mis ojos se empañan con sólo sentirte, y con mi corazón encima del tuyo escucho cómo se sienten, cómo luchan por salir de nosotras y abrazarse, cómo de tan rápido que van se escapan de nuestras manos y se curan... Nos curan. Y me besas... Y yo me pierdo en tu cuello, que sólo necesito quedarme allí toda la noche, estrujarte tanto que te deshagas bajo mis brazos, apretarte, no dejar que te marches nunca... No quiero dejar de sentirte. No dejes de decirme que me quieres.

Doscientos veintinueve mil besos

domingo, 19 de abril de 2009

'Muerdo el agua por ti, te deslizas por mí...'


Si pudiera elegir, eligiría morir en una carcajada tuya. Eligiría ser la nave espacial que me llevara a tu cama, las pilas del contabilizador de tus latidos, el chocolate que se quede en la comisura de mis labios para que con tu lengua te lo llevaras. Elegiría ser tus guantes, para coserme con tus manos y no soltarlas jamás; eligiría ser tu lengua, para no salir de tu boca en ningún momento; eligiría ser tus legañas, para despertar en ti cada mañana, eligiría ser tu piel, para no irme nunca de ti. Si pudiera elegir, eligiría dormir cada noche en tu ombligo mientras a oscuras escuchamos cómo se inunda la ciudad, eligiría volver a dibujar corazones por tu vientre con las yemas de mis dedos mientras tú duermes y yo te miro y siento cómo el amor va pellizcando mi alma. Y pudiendo elegir, elijo ser sólo contigo y regalarte piruletas cada noche, elijo ser tuya a través de palabras en miradas y de miradas en palabras, elijo no tener sed si tu saliva está cerca y hacer desaparecer mi hambre al nutrirme con tus caricias, elijo amarte todos los segundos que me resten.

Nueve meses. Doscientos setenta y nueve días, más todos los anteriores :)

Doscientos veinticuatro mil besos

martes, 14 de abril de 2009

Mi amor...


Te llevo en volandas al campo y te regalo un diente de león, y tú por primera vez lo deshaces con un único soplido, dejando que se confunda con tu pelo y que tu deseo se marche por el cielo. Pídeme a mí. Y yo recojo margaritas, las estrecho en un lazo de viento y se las regalo a los dedos de tus pies, aunque a ti te mientan y a mí me digan la verdad. Y... ya te echo de menos. Y tú eres mi sol y yo tu luna, yo tu trueno y tú mi relámpago, tú mi lápiz y yo tu sacapuntas. Se me escapa el corazón de las manos cuando me tienes entre tus brazos.Y salgo a la calle a empaparme de la lluvia que tú escuchas, a repasar con un dedo las huellas que dejaste cuando te marchaste la última vez, a mojarme con el sol que sé que quieres ver aparecer. Eres mi primavera, mi verano, mi otoño y mi invierno. [u]Eres mi arco-iris. Y sale la luna y con ella me voy a casa, me marcho con tu beso en mis labios, oliéndote en mis manos, empañando todos los escaparates con tu aliento que se escapa de mis sonrisas. Y tu alma resbala feliz por mis mejillas. Y mi amor... Mi amor, te amo diecinueve millones de veces seguidas, te amo en todos los anocheceres que sea capaz de dibujar en tu pupila sin que te des cuenta, con la forma de nueve lunas superpuestas, entre arrebatos de amor al amarnos, con olor a piruleta roja roja, con sabor a risa recién comprada. Mi amor...

Doscientos veintitrés mil besos

domingo, 12 de abril de 2009

Ella me había regalado su corazón...


Ella me regaló su corazón, y yo caí dentro de él, de su sabor a piruleta roja, de su olor a pan recién hecho, de su tacto a sonrisa permanente. Ella me lo regaló, con esa primera mirada, con sus dedos sobre mi mano entre la multitud, con el paquete de chicles que deslizó sobre mi bolsillo. Ella me lo regaló, cada día, con besos, con mimos, con mordiscos, con placer, con dolor, en la cama y en el parque, en la distancia y cuando de juntas no nos reconocían, en el marrón de sus ojos y en su cuerpo desnudo. Ella me lo regaló, sin dudarlo, deseando hacerlo, sin bisturí ni anestesia, simplemente sonrío y lo coló bajo mis sábanas. Ella me lo regaló, me regaló su corazón, y yo la amé, juro que la amé tanto como me permitieron mis pulmones gritarlo, tanto como me dejaron mis manos demostrárselo entre sus pantalones, tanto como mi boca pudo decírselo, contárselo, desmostrárselo, tanto como mi alma fue capaz de hacérselo saber mientras hacíamos el amor. Tanto que me recosté junto a las huellas de sus zapatillas cada tarde. Tanto que cada noche era capaz de dibujarle nuestra luna de memoria bajo sus pestañas. Tanto que no temí regalarme a mí entera. Porque por su corazón eso y mil cosas más.

Doscientos veintidós mil besos

http://www.youtube.com/watch?v=aXu3WafBt6I&feature=related

viernes, 10 de abril de 2009

Parecía un día más...


Y sin tocarnos nos hacemos el amor, sólo con soñarnos, sólo con pensarnos, sólo con saber que nos tenemos. Y nos vemos y nos reímos, nos tumbamos una al lado de la otra y en silencio nos damos cuenta de que no podemos ser más felices. Te llevo al parque, y el que parecía un día más deja de serlo para convertirse en besos, en sonrisas, en caricias, en placer. Amor, dibújame árboles sobre mi espalda, que yo me encargo de ser el viento, el sol y el olor de primavera por tu piel. Amor, sé todas las estaciones de mi año, vuélvete sábana, arrópame cada noche, sílbame para que pueda dormir, y yo te regalaré mi calor en inverno y mi frío en verano, seré mar y seré césped, seré tu cielo y seré tu luna. Y no te olvides, mi amor, no te olvides de seguir queriéndome en parques y en sofás, en meses y en años, en invierno y en verano, con tu alma y con mi corazón ermitaño...
Doscientos veinte mil besos

http://www.youtube.com/watch?v=jD710_IQz1s&feature=related

martes, 7 de abril de 2009

Ella y yo


Puede ser un corazón roto, una eternidad sin verla, una descarga en la espalda. Puede ser una lágrima desbordándose de mis ojos, su piel descosida, mis manos como agujas. Puede ser su sonrisa determinando el tiempo que hará hoy, mis ganas martirizando su pelo despeinado, el temblor y el miedo de poder tenerla lejos. Puede ser su beso de antes y el mío de después, una nube que nos siga a todas partes y nuestra indiferencia hacia ella, su te quiero primero y el mío más alto después. Puede ser nuestra fecha en un parque, mi tatuaje de confianza, su saliva por todos mis lunares. Puede ser todo lo malo que quede reducido a nada en cuanto nos miremos.Puede ser correr bajo la lluvia, evitar que se vuele nuestro flequillo, deshacernos en un probador. Puede ser el deseo que nunca le dije de ser su paraguas, querer seguir con ella, necesitar seguir con ella, amar seguir con ella.

Puede ser todo...

Ella y yo. Y el amor. Y ella y yo de nuevo.

Doscientos diecinueve mil besos

lunes, 30 de marzo de 2009

Treinta y siete mil ochocientos diecinueve segundos


Imagínate cerrando los ojos esta noche, encroquetada en mi manta, abrazando mi cojín, leyendo mis mensajes y suspirando por mí. Imagínate amaneciendo mañana sintiendo besos en los dedos de tus pies, y sentir aún dormida cómo una lengua va despertando los rincones más ocultos de tu piel y tú con ellos. Imagínate a tus ojos soñolientos entreabriéndose y viéndome a mí a su lado, y sonreír y pensar si aún estás soñando, y yo te susurro que no, que sigas durmiendo, que sólo he venido para cuidar de ti. Imagínate tú en la cama y yo de pie, quitándome la ropa y acostándome a tu lado para que puedas dormir tranquila, y yo contigo. Imagínate el sabor de nuestros besos por la mañana, la mezcla de mi frío de la calle y de tu calor de tu cuarto, las horas que se convierten en segundos tiradas en tu cama queriéndonos, el temblor y el sudor, mis palabras repartidas por toda tu piel, tus sonrisas dibujando mi espalda, mi perfil y mi mirada. Imagínate a ti... y de nuevo a mí contigo.

Imagíname... Y mañana me tendrás.


Doscientos treinta y un mil besos

domingo, 29 de marzo de 2009

Sólo quiero hacerte el amor...


Para mí amor es verte reír, verte reír y besarte la sonrisa mientras soy feliz. Para mí amor es observarte callada en el sofá ver la tele entre mis brazos. Para mí amor es acariciarte la mejilla y lanzarme a tu cuello, entrelazarnos y abrazarte, abrazarte tan tan tan fuerte que al día siguiente te duelen las costillas y yo te acaricio la tripa... Para mí amor es mirarte y no hablar, besarte y no callar, respirarte tras la oreja y no escuchar nada más. Para mí amor es mi mano bajo tu camiseta y la tuya en mis pantalones, empañarte el cuello con mis gemidos entrecortados, volverte loca con mi lengua paseando por todo tu cuerpo entreteniéndose con tu ombligo. Para mí amor es que me llenes de besos la espalda, el cuello y mi vientre, que te acuestes sobre mi corazón y sólo consigas dormir escuchando mis latidos, que nos hagamos el amor mental y físicamente día sí y día también. Para mí amor es un fin de semana encerradas en la habitación, contarnos mil besos más por todos los que nos hemos regalado, reventarnos con la mirada y soñar juntas en la cama... Para mí amor es que me digas que estarás conmigo siempre, que nos casaremos al año que viene, que nos amaremos toda la vida. Para mí amor eres tú, tú conmigo y yo contigo, las dos juntas siendo sólo una...

Doscientos treinta mil besos

http://www.youtube.com/watch?v=3MiF5FLlVVA
Sólo quiero que hoy me digas
que esta noche eres sólo mía...

martes, 24 de marzo de 2009

¡Follé con la luna en tu honor!


Cierra los ojos y siente como mi lengua va recorriendo tus labios, cómo se adentra en tu boca y la ocupa toda entera, cómo se vuelve más bestia a medida que tus suspiros la van empañando. Mete la mano bajo mis bragas y atragántate, sácala empapada y dime que no te mueres por reventarme bajo cualquier lugar, bajo farolas, luces de coche o bombillas de portal, en esquinas o en mi almohada, sin respirar hasta las cuatro de la mañana. Deséame tanto que hasta el más mínimo roce de mi aire sobre tu cuello te excite hasta el punto de que te arranques los labios de ganas. Déjame ser tu orgasmo más profundo, esos besos que se quedan sin terminar porque el placer inunda nuestras bocas y no son capaces de hacerlo, los tirones de pelo hacia atrás, el arañazo más salvaje en tu espalda, el sudor y la saliva que termina apareciendo en los lugares más recónditos de nuestro cuerpo, mi lengua en tu cuello, en tu ombligo, en tus ingles y en tu entrepierna, tus dedos dentro de mí, más dentro, métete tú entera por dios, sigue manteniéndome en el cielo tan bien como lo haces cada vez...

Paremos.

Y volvamos a follarnos el alma otra vez.


Doscientos veintisiete mil besos


Que suene la puerta y pregunten por mí

tus manos abiertas,

despegar los labios, ¡verte sonreír!

domingo, 22 de marzo de 2009

Imagine me and you


Me gusta imaginar cómo resbala el agua por tu pelo cuando te duchas, la forma que adopta tu cuerpo al dormir, cuánto calientas el colacao por las noches. Me gusta imaginar cómo colocas la cuchara entre tus labios y tu lengua al tomar el postre, cómo lames los helados y cómo lo haré yo con la punta de chocolate que se te quede en la nariz, qué sienten las gotas de lluvia que resbalan por tu rostro durante las tormentas. Me gusta imaginar cómo es tu mirada los días que estás sola, qué te gusta hacer los días de lluvia, si has probado a fundir la nieve y el sol. Me gusta imaginar las gotas de agua que al beber de la fuente del parque se quedan en tu barbilla, aquel día que pensaste en desojar una margarita delante de mi puerta (o quizá fue un sueño...), si te gusta tirarte al campo en primavera, sonreír y recibir mi lirio entre los dedos de tus pies...Me gusta imaginar e imaginarte, imaginarnos... Que no hay mejor imaginación que esa.

Doscientos ventiséis mil besos

miércoles, 18 de marzo de 2009

Acuestate con mi alma


No puedo... No puedo quererte menos. No puedo evitar amarte cada día más, econtrarme cada milésima de todos los segundos de mis días pensándote, sorprenderme cayéndome por un abismo cuando tus manos no me encuentran. No puedo no desear estar a tu lado a cada momento y hacer que tus instantes sean los míos, hacerte el amor en todos los parques, en todas las sábanas, en todos los portales, en la luna, en el cielo y en tus ojos y condenarte a vivir eternamente en mi piel y mis besos. No puedo no regalarte mi corazón, que a veces llora feliz escapándose de mi pecho para ir al tuyo y otras late asustado pero vivaz en la palma de mi mano cuando te lo entrego, porque me asusta, me asusta el hecho de pensar que después de ocho meses te quiero más que a todo lo existente, porque eres tú, sólo tú... Tu nombre es la respuesta a todo, a todas las palabras que enrevesadas expulsan mis manos y que mis ojos ni siquiera releen, a todos los nudos que asaltan mi garganta cuando te echo de menos, a todos los sueños que nos visitan iguales cada noche, dados de la mano, porque sólo cobraron vida por nosotras, a todos y cada uno de los suspiros que lanzo para que te traigan a mí, a todas las tes, las es, las as, las emes y las os. A todas las preguntas, a todos los besos, a todas las caricias, abrazos y lágrimas. A todo... Porque tu nombre es la respuesta a mi alma...

Ocho meses... :D



Doscientes ventitrés mil besos


martes, 17 de marzo de 2009

Mi todo...


El temblor de unos labios que se rozan por primera vez sabiendo que serán lo único que besen en sus vidas a partir de ese momento, el latido que se escapa por falta de tiempo y espacio, por falta de aire que gritar, por falta de pulsómetros que estallar. Eso eres para mí, amor mío. La estrella que cubre todo el campo, los bancos y mi piel, la sonrisa que de tan grande revienta a quien la mira, la risa que puebla oídos y almas y que se convierte en besos en cuanto la miro, porque no hay nada mejor que besar tu sonrisa, despegar mis labios de los tuyos y ver que sigue ahí.... Amor mío, eso eres, la lágrima que asalta mi garganta cuando desde casa te digo que te amo y la felicidad más pura resbala por mis mejillas, la mirada después de un beso, la primera caricia entre sábanas, el primer te quiero del día. Eso eres pequeña... mi sol y mi luna, mi día y mi sueño... Y nunca dejarás de serlo.

Ciento veintiún mil besos
Love is you...
You and me

domingo, 15 de marzo de 2009

Tú astronauta y yo cohete


Muéstrame cada rincón del cielo con los paseos de tus dedos sobre mí. Déjame que te enseñe todas las esquinas de la luna mientras los míos luchan con tu cremallera y consiguen vencerla, adentrarse en ti y empaparte de amor. Mudémonos a tu cielo y a mi luna, a nuestro universo, a esos portales que huelen a verano, allí donde los monstruos no me vencen cuando lucho contra ellos por ti, allí donde la letra es tan pequeña que puedo escribirte la historia de nuestra vida en tu espalda y perder mis uñas en el resto de piel vacía que queda de ella, allí donde mi lengua se puede perder por tus dedos, por tu entrepierna y por los rotos de tus pantalones y saciarse de tu sabor alentada por tus suspiros lunares, allí donde los polvos con las almas nunca terminan, allí donde con solo dibujar un sol con un edding en un adoquín perdido es verano... Allí donde no cesas de repetirme que soy tu todo en un sueño...

Ciento diecinueve mil besos







No consigo disimular

que soy un astronauta en un mundo anormal...

miércoles, 11 de marzo de 2009

Fueron siete palabras


[...] No tenía miedo, no tenía ninguna duda, ningún temor. Ni con el primer te quiero ni con la primera vez que se deslizó bajo mis sábanas. Sentir su cuerpo desnudo, apretado contra el mío, ésa y todas las demás veces que llegaron después, era una sensación increíble. Inusitada, plausible. Subirla encima de mí, enroscarme a su pequeño cuerpo, permitirle que me llevara al cielo (y casi rogarle que no dejara de hacerlo), sintiéndola, siempre sintiéndola, ya fuera alentando entrecortadamente mi nuca mientras el sudor empapaba las sábanas o respirando tranquila, medio dormida y soñolienta, sobre mis brazos… Estaba tan guapa cuando cerraba los ojos, se abrazaba a mí y sonreía dejando su sonrisa impresa en mi almohada. Y yo la devoraba, me comía todo lo habido y por haber, su piel era mi cena y me reservaba su entrepierna como postre. Y la abrazaba, le suspiraba el ombligo y su tatuaje que a veces me resultaba infinito, entrelazaba los mechones de su pelo entre mis dedos mientras mi lengua suave recorría sus labios, despacio, para volverla loca, para escucharla morir en mi boca, y dejaba pasear mis manos sobre su vientre, repasando su perfil y memorizando el tacto del color de su cuerpo para rescatarlo después en mis sueños, ésos que Ella protagonizaba día y noche. Ella… Tan bonita.[...]


Fueron siete palabras.


Porque tres hojas son insuficientes para contar toda nuestra historia, porque aunque lo intente tanto amor no puede quedar reflejado en unas pocas palabras... Te amo


Ciento dieciséis mil besos


jueves, 5 de marzo de 2009

Millones de besos desde el domingo...


Va, ven aquí mi amor, recuéstate conmigo pequeña, ven que no puedo más, que necesito tus brazos de nuevo, abrazarlos aunque no hace ni cinco minutos que los tenía... Déjame mirarte, déjame aprenderme cada poro de tu piel, que quiero saberte de memoria para recuperarte cada noche, para tenerte cada mañana, para sentirte cada tarde. Déjame comerte, déjame devorarte, primero un dedo del pie, después tus pestañas, una oreja y tu columna vertebral, seguir con tu cuello, tus muñecas, tu tibia, tu tatuaje y tu ombligo, y dejar para lo último tus labios... Que te quiero, que exploto, que no sé que va a ser de mí, que un día seriamente voy a estallar porque seré incapaz de guardar más amor, y esto cada día va a más porque no sé cómo lo hacemos pero en cada segundo hay más amor, en cada minuto hay más amor, en cada hora hay más amor, en cada día hay más amor, en cada diecinueve hay más amor... Y no me preocupa hasta dónde se puede llegar, porque sé que entre nuestras palabras no se encuentra el final.

Que lo nuestro no fue un 'podemos', fue un 'seremos'...

Doscientos once mil besos


miércoles, 4 de marzo de 2009

Mi rico cereal...


Me tumbo encima de tu corazón, y a veces lo siento, lo siento latir bajo mi costado izquierdo. Y aunque no estés allí conmigo yo te arropo, te aparto el pelo para que no pases calor y te miro, te miro y sé que me pasaría el resto de mi vida cuidándote... Te tengo, y aunque no estés durmiendo conmigo yo te siento, escucho tu respiración como quien escucha una tormenta una noche de un diecinueve, y tu mano se entrelaza con la mía medio dormida, buscando que la sueñen, que la besen, que velen por ella. Y yo... así me quedo, abrazando el corazón más rojo que pisó mi almohada, respirando el olor que consiguió dar la vuelta a mi alma, desvestirla y colocarla sobre el colchón más cómodo que fue tu cuerpo, soñando con acostarme con tus latidos y levantarme con tus besos... Esperando a que aparezcas, y seas tú la que me cuide esta noche.

Doscientos diez mil besos

sábado, 28 de febrero de 2009

Recién casadas y eternamente enamoradas


Y pedirte que te cases conmigo en la esquina de un museo, en la noche más bonita del universo entero. Arrodillarme y ponerte como anillo un beso en el dedo, pedirte la mano mientras tu sonrisa inunda mis ganas de encadenarme a ti y darme como respuesta el beso que más deseaba probar. Hacer nuestro el último día de febrero, que ahora diremos 'voy a estar toda la vida con mi mujer' y que siempre seré la chica de anoche. Y de regalo el destino de luna de miel que desees, y tú me pides ir a dondeseaperocontigo, y en silencio te prometo que sea una luna de miel eterna y sin fin. Y entre risas y sonrisas me llevas al cielo, y me amas y me haces ver una felicidad que en la vida imaginé mía, que viene de tu mano y me la regalas, porque sé que si por ti fuera me regalarías todo lo que por tus manos pasara. Y terminar la noche tumbadas, tú recostada sobre mí y yo acariciando tus labios, y susurrándote cada segundo que nos junta que te quiero una luna llena...


[b]Doscientos seis mil besos
http://www.youtube.com/watch?v=CB2d85YuO90

martes, 24 de febrero de 2009

Eres mi Melibea... :P


Adoro mañanearte, hacer mío el olor de tu piel al despertarte, susurrarte amor mío mientras me acurrucas bajo tu abrazo. Hacer que llueva sobre nosotras y que a la vez salga el sol, que ya es primavera, y de verano es cada día a tu lado. Y escuchar por un oído Extremo y por otro nuestros latidos, derritiéndome por tu cuerpo de amor. Qué mejor forma de ganar el tiempo que sintiéndonos, que guerreando bajo tus sábanas, que haciéndote el amor una y mil veces dibujando una noria entre tu vientre y tu boca, para subirme, girar y girar, y nunca bajar. Y regalarte los doscientos mil besos prometidos en ataques que me vuelven loca, pero es que es un amor loco lo que tú me provocas amor...

Que me pasaría amándote toda mi vida...


Doscientos mil besos


jueves, 19 de febrero de 2009

...¿Me dejas :)?


Pequeña... Qué quieres que haga contigo, si me duelen los labios de tanto sonreír, si me dices que sólo vives para estar conmigo... Hazme un hueco en tus pestañas, déjame ser tu colchón toda la vida, vamos a querernos, siempre siempre siempre, a desgastarnos de tanto amarnos, a borrarnos la piel de tatuarnos tanto amor, a perforarnos los labios con tantos diecinueves como infinitos son nuestros besos...Deja que yo apague la luz, tú deja de mirar el reloj , tirémonos a la cama y abrazadas durmamos juntas siete meses más...


Te quiero mi amor, te quiero por cómo eres conmigo, por cómo consigues que las sonrisas resulten la asignatura más fácil de nuestro camino, por cómo me quieres, por cómo me cuidas, por cómo haces que la vida sea feliz, porque aún sin que nos estrellemos sigues siendo mi paracaídas...


Felices 210 días mi amor :D


Ciento noventa y nueve mil besos

domingo, 15 de febrero de 2009

A tu lado no hay reivindicación


Y anoche le pegué un mordisco a la luna en tu cuello, y la muy cabrona se excitó entre nuestras piernas y nos dejó follarla hasta reventarla. Mojó bragas, pantalones, sábanas y manos. Mojó el sofá, mojó tu cama, mojó nuestras bocas y mojó nuestro amor. Nos levantó, alto y fuerte, luchó contra los dedos de nuestros pies que excitados se empalmaron, mordió lenguas, arrancó pieles y cortó labios, se durmió entre nuestras bocas que a un milímetro durmieron juntas, abrazó, besó y amó como nunca, tanto que estuvo a punto de estallar, de romperse, de morir encima de nosotras. Y la sentimos, mi amor, la sentimos en cada momento, durante todos los segundos que nos quisimos de frente, cuando tumbadas nos miramos y la ternura reventaba nuestros ojos, cuando aún estando dormidas no dejamos que ni el aire separara nuestros labios, cuando faltaban brazos para rompernos las costillas al abrazarnos, cuando la saliva fue nuestra cena y los infinitos besos el postre.. Cuando me regalaste tu corazón y yo me saqué el mío sin anestesia y lo puse en la palma de tu mano.


Ciento noventa y seis mil besos