miércoles, 7 de marzo de 2012

(XXX)

Debería olvidarte para que las palabras más profundas pudieran brotar y así atreverme a decir en voz alta que te arrancaría poco a poco a mordiscos cada pespunte de tu boca, que mis costillas merecen que tu espalda cruja mientras se arquea sobre mi ombligo y que el único punto que pongamos a nuestra historia sea el g, y al contacto con mi lengua convertirlo en miles de puntos suspensivos que resbalen por tus ingles. Si no estuvieras, te diría que dibujaría un lunar solo con humedad entre los labios de tu vértice y que jugaría toda la noche a borrártelo a lametazos y, quizá, algún beso. Me vería obligada a domar tu insolencia atándote a la cama y haciendo sufrir a tus desplantes a golpe de muñeca. Te diría que las únicas cicatrices que te van a quedar conmigo son las de mis caninos en tus muslos, mis uñas en tus caderas y mis orgasmos en negrita trepando por tus manos. Tendría que confesarte que he mojado la palabra onanismo pensando en el hueso de tu pelvis desafiando la potencia de mis embistes y que me he desangrado los dedos de pensarte desnuda y llena de sexo. No podría evitar llevarte a una cascada de orgasmos y clavarte cientos de suspiros ahogados en tu boca mientras estallamos juntas volviéndonos polvo(s). Dejaría gramos de saliva por cada esquina de tu cuerpo para volverte adicta y que tu mono desembocara en polvos salvajes, esos en los que la piel se desabrocha empezando por los pies y todo acaba tan mojado que podemos zambullirnos en nosotras mismas mientras los muebles piden ser empotrados contra nuestras espaldas. Debería decirte que estoy cansada de follarte cada mañana con mi imaginación como único lubricante, que las palabras no me dejan escurrirme por tu ombligo mientras desayuno tus pezones en punto de ebullición, que es complicado tenerte delante y que se me escapen los latidos, no solo los del corazón, y vayan corriendo(se) a buscarte y salpicarte, la saliva que me falta en la boca me sobra en la entrepierna. Te escribiría que, aunque lo intenten, las palabras están a una vida de distancia de lo que imagino sin cerrar los ojos y que la imaginación no alcanza a comprender lo que sería tenerte desnuda, empapada e inmortal debajo de mi saliva, dispuesta a dejarme que te lleve al cielo entre terremotos de gemidos y temblores. Serán tus dientes, o las ganas de maltratar al hueso retorcido de tu muñeca, o las perversiones que dejan intuir los rotos de tus pantalones o quizá se trate de lo que esconde tu cuello, o el deseo de tenerte de espaldas y sin protección para poder atacarte la clavícula, o el propósito de hacer a tus rodillas doblegarse frente a las fantasías de mi labio inferior.

Como escribirte mientras te masturbo. Como besarte mientras me llenas de sexo. Como quererte mientras te arranco a mordiscos un agujero por cada duda. Amor sexualizado, lo llaman. Yo te hablo de follarnos de espaldas, mojarnos a solas, volver poética la pornografía, llevarte al cielo y terminar en la luna enloqueciendo en tus astrolabios, ser el Onán de cada entrepierna, esperar brotando orgasmos a medias hasta que vuelva a ser invierno y podamos quedarnos.

Porque un polvo vale más que mil palabras.

11 comentarios:

tayler durden dijo...

claro que sí

Luis Cano Ruiz dijo...

Con esta brutalidad hecha poema y los comentarios que dejas en mi blog, creo que empiezo a creer que la pasión puede durar eternamente.

Cuídate.

I. Ballestero dijo...

Jo-der. Eres increíble.

Clara Sawyer dijo...

pfff se echaba de menos leerte y me encuentro con esto. Tan brutal, tan real, tan hambriento.
Y si, de hambre se vive, para morder luego todo lo que se nos ponga delante.

RisG dijo...

Ufff, tremendo, tremendo....

Lena Carrilero dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Lena Carrilero dijo...

Haces que llegue el verano de un soplo.
Benditas palabras.

rayuelasolvidadas dijo...

Como escribirte mientras te masturbo.

Ay ay chica bonita que escribe sexo en poesía como nadie y me haces leerte sin parpadear escuchando veneno y dan ganas de hacer(te) el amor y quererte. Me encanta como hablas del cuerpo siempre en todos tus textos, me dejas sin palabras siempre, porque todas son pocas ante tanta magia. Este texto se merece que te mande mil besos en la entrepierna.

Síndrome Coleccionista dijo...

Hoy estas de lo más XX jeje
A mi me encantaba cuando al principio de las películas de pequeña te advertian eso de prohibido para menores...



* Y sí! volví como el turrón en navidad ^^ Gracias

Anónimo dijo...

Vuelve, que te extraño.

Juan A. dijo...

Añoro el invierno.