Y si me hubieras encontrado limpia,
sin mala conciencia,
sin pena en el sueño,
sin mordiscos de otras arraigados en mis hombros.
¿Me habrías bañado de madrugada,
lamido las legañas,
peinado mi insomnio,
acariciado mis manos arrugadas con tus dientes?
Y si me hubiera vestido
de algo parecido a ti,
si te hubiera mentido contándote mis verdades,
si te hubiera dicho que eras la única
y no la primera.
¿Me habrías desnudado con los ojos cerrados
y las manos expertas,
besado mientras te hablaba de mi vida,
igualado en el pedestal
tu nombre y el mío
y hecho de este un amor a la par?
Y si me hubiera vendido
como el amor de tu vida,
si te hubiera comprado
como el amor de la mía.
¿Nos habríamos enamorado
como quien se quiere a sí mismo
queriendo a quien ama?
El ruido de las llaves, de Philippe Claudel
-
Durante unos años, más o menos en la treintena, Philippe Claudel fue
profesor en una prisión preventiva. Allí impartió talleres a los reclusos.
Todo e...
Hace 2 horas
3 comentarios:
me ha encantado. Un placer visitarte de nuevo.
Saludos, Nahuel
Mi respuesta es que no, lo vendido no cumple la misma expectativa.
El último párrafo es simplemente todo un regalo para quien lo lee.. todo el texto en si lo es, pero ese final es verdaderamente de todo menos indiferente
Publicar un comentario