Tus ojos se presentan ante mí inclinados, como un nuevo amanecer, como el prefacio de una tormenta de verano que arrulla mi piel en un día de nostalgia. Se deslizan sobre mí, acariciándome suavemente, dirigiendo el sonar de mi alma y el compás de mis latidos que se aceleran para llegar a ti. Me reciben en su cuna de color, arropando mi rostro con cuidado y, en silencio, me llaman. Me claman, los leo y me piden que los acaricie como si de tu piel se tratara; que los bese como si fuera una lágrima furtiva que tu alma deja resbalar; que los quiera como mi cuerpo quiere a tu boca, como mi vida quiere cada parte de tu historia, como yo te quiero a ti.
4 comentarios:
el lenguaje de las miradas. profundo y cautivador.
saludos!
Veo que sigues en tu línea, un gran texto,sí señora. Me gusta todo lo que transmite además es breve pero intenso.
Reitero mi felicitación por otro artículo de semejante calibre y me despido.
muy dulce
y te diste cuenta? hablás de los ojos, con bellas metáforas, y sin embargo, el título hace referencia a otro sentido, el auditivo
me hiciste recordar unos versos mios que dicen... Mis pupilas se llenan de sonidos, mis oidos escuchan tu mirada
un abrazo, seguí escribiendo :)
besos
claudia
Admiro tu forma de expresar los sentimientois.
gracias
:)
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