jueves, 10 de enero de 2008

Olor a flor

Clavo en tu sombra de belleza mis más vehementes suspiros, y mis manos trémulas se rinden a tus pies, incapaces de escribir, etéreamente necesitadas de las tuyas, acomodadas a tus huellas, afónicas de pensarte. Preciosa, plausible, tu presencia es capaz de sorprender más cada día, llenando de tinta mis venas y de amor mis miradas. Que ni puedo obviar tu reflejo, porque en él reside tu rostro, que aunque borroso rescata tu rastro y no existe color que pinte tu belleza más que el de tu mirada dibujada en mi pupila.

6 comentarios:

ralero dijo...

Veo que en tu archivo también caben palabras alegres. Me alegra y trataré de tomar ejemplo (aunque no prometo nada).

Un abrazo.

. dijo...

creo que si, ha llenado de tinta tus venas, para que luego escribas estos retazos de tu alma

me encanta leerte, me maravilla cada sutil construcción

un abrazo enorme, de alas :)
claudia

Unknown dijo...

¿Cómo puedes ser tan niña y tan mujer? ¿Tan profunda y tan sutil?
Escribe, escribe, escribe, Saudade, terminarás por hacer del mundo una maravilla. Estoy tan feliz de conocerte, de escucharte, hablarte y sentirte...perdona mi sinceridad, te abrazo fuerte.
Roberto

Gina Nordbrandt dijo...

¡Cómo entra tanto por la pupila...!
Me gustó.
Saludos saturnianos!

El Perpetrador dijo...

Me encantó lo de "afónico de pensar". Me sentí identificado. Hay obsesiones que nos revientan y que ni aun así desaparecen.

Fotógrafo del Cielo dijo...

No podía faltar yo aquí,
si es que me encantan estos inventos..
:p

Un abrazo,
y sigue así