La noche se enfría. Las calles se disfrazan de oscuridad y las almas se van ocultando detrás de la luz de las farolas. Sólo quedamos el viento y yo. El viento que silba y me susurra tu nombre entre los quejidos de mi dolor. Que quiebra mi camino y rompe mi soledad haciéndola pedazos que desdibujan tu sonrisa. Que me devuelve retazos de tu aroma perdido, adheriéndolos a mi piel eternamente. Que me trae tu mirada y permite que sucumba ante ella sin más amparo que el de la imposibilidad. Y mientras tu nombre... no calla.
8 comentarios:
el viento, un aroma...
no se ven,
pero son visibles
en los ojos, de quien los siente.
conciso, bonito
muaks!
El viento es aquel elemento que nos despierta, nos inquieta, incomoda, acompaña los días fríos, refresca los cálidos... ¿Pero cuando el viento y los recuerdos se funden en simbiosis? ¿Qué queda?¿Simple aire?¿Roturas y desaliños?
Un ventilador a veces...no es tan malo.
Besitos!!
Ay perdona! Era yo desde el otro blog que administro, soy un despistado jeje.
Chao!!
Qué palabras tan bonitas...
Mi más sincera admiración. Un beso.
gracias pequeña.
en mi día de hoy abunda la tristeza y el estrés. que tal el tuyo?
no te fies del viento. No es un consejo, es una sugerencia. El viento es el más traidor de los elementos: no quema, no ahoga, no electrocuta; se limita (que nos es poco)a erosionarte lenta y sutilmente.
Cuando es inevitable... caer.
Saludos!
Buen inicio de semana!
=)
Me gustaría poder hablar contigo un día de estos... lo necesito. Un beso.
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