Respiré el brillo de tu mirada. Me empapé de aquel azul incandescente que lucía al oír mi voz. Volé sobre el pestañeo que se tornaba irresistible al contacto con mis ojos sinceros. ¿Cómo olvidarte?, sonó, sin separar mi respiración del temblor de tus manos. Como el quererte. Como la ambigüedad, que siempre coloreará nuestros pasos yendo de la mano de las ráfagas que traen nuestros tropiezos. Algo infinito que no se olvida por eterno. Y tus ojos, mi risa y tu sonrisa, tus manos y mis dedos. Y mi voz y tu aliento, tus pestañas y mi piel, tu olor y mi color. Volveré, se suspiró. Sí, se respiró. Y sí, volverá. Volverá tu brillo, volverá tu azul y volverá mi voz. Volveremos, tú y yo, como siempre, en Septiembre, como la fusión de dos nubes en el océano, como la fusión de dos gotas de agua en una lágrima que clama ser amada.
http://es.youtube.com/watch?v=8ThuXEDvCZk&feature=related
El ruido de las llaves, de Philippe Claudel
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Durante unos años, más o menos en la treintena, Philippe Claudel fue
profesor en una prisión preventiva. Allí impartió talleres a los reclusos.
Todo e...
Hace 9 horas
2 comentarios:
volverán a encontrarse pero será diferente, ni el mismo brillo, ni el mismo azul, ni el mismo océano...no mejor, ni peor, diferente.
Tus textos siempre sorprenden. Te felicito.
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