He sido cursiva en el pasado y me he retado con tantos suspiros como curvas tiene su cuerpo. He sido golpeada una y otra vez por miles de folios y ni un millón de lapiceros ha sido jamás capaz de alzarme. He visto sus ojos perdidos en los raíles deshechos de la vía de ese tren y encontrarlos al minuto en el centro de mi iris, pidiéndome algo que no supe entender. He necesitado tanto a mis tres cuartos de alma que he perdido la oportunidad de venderla al diablo, quién sabe si para mejor o para peor. He sido testigo del amor real, ese que duele desde su frente hasta debajo de mis uñas; ese que se carga y dispara sin piedad a los pulmones, robando el aire cuando ella aparece; ese que se sabe el único capaz de hacer que una mirada duela, que una sonrisa prescriba entre sus dientes y que un beso en la mejilla quede tatuado para toda la vida; ese que parte en dos al corazón y lo deja abierto ante ella, latiendo a cien por hora, dispuesto a desangrarse, a emigrar a su portal o a transplantarse a su bolsillo, siempre cerca de sus dedos. He sido bombeada por su sangre a falta de la mía. He sido alentada, alentada y a la vez tan frenada que terminé por estrellarme contra un recuerdo que dejó en coma a mi garganta, desaprendiendo a pedirla por las noches. He sido exhalada tantas veces que olvidé mi nombre, lo dejé tirado junto a su cama, y al lado de su almohada anclé mi última costilla. He sido mil grietas en sus labios y un dedo corazón en su entrepierna. He sido el blanco y negro de la foto de sus labios. He sido corazón cuando la razón me cerró la puerta tras verme en sus ojos aquel día, ese día en el que ella se tornó primavera sempiterna en mis pestañas.
Y, sobre todo, he sido disyuntiva. Disyuntiva entre su cuerpo y el mío.
http://www.youtube.com/watch?v=vHt72jJ_1t0
martes, 14 de diciembre de 2010
jueves, 18 de noviembre de 2010
868
Te prometo que seré capaz de malgastar todas las mañanas del mundo repasando con mis dedos tu vientre, que me haré adicta al insomnio para poder contemplarte cada noche respirar, que sólo quiero conocer el mundo a través de tus ojos, que sino no merece la pena. Te prometo que te esperaré cada noche en la azotea con una manta y un colchón, que emigraré a tus costillas si así puedo estar contigo cada día, que alquilaré el viento, ése que te queda tan bien, para que me sientas en otoño y desees volver a mi pecho. Te prometo que aunque maten de frío no habrá paredes suficientes que le hagan a mi espalda querer separarse de tus omoplatos, que mis manos medirán la mitad si no las completan tus dedos y que sólo habrá sonrisas al despertar si tus pies se enrollan entre mis piernas. Te prometo que engañaré a los putos kilómetros que se instalan a veces entre las dos y los volveré segundos que aniquilen cualquier tipo de distancia, que encontraré la forma de salir de la habitación sin hacer ruido y así pueda despertarte el olor del desayuno, que no sólo te llevaré churros los fines de semana, sino todos los días que tú quieras llenar mi cama.
Te prometo que si llega el momento serás tú la que tenga que olvidarme, amor, porque no hace falta tenerte para que seas un permanente en mi alma.
Mil millones de besos más
http://www.youtube.com/watch?v=L-iMN6545tY
Te prometo que si llega el momento serás tú la que tenga que olvidarme, amor, porque no hace falta tenerte para que seas un permanente en mi alma.
Mil millones de besos más
http://www.youtube.com/watch?v=L-iMN6545tY
viernes, 29 de octubre de 2010
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Cómo pringa ese puto fango en el que todos caemos alguna vez. Qué insufrible es respirar y notar cómo tus pulmones no tienen espacio suficiente ni aire que trabajar, ese que antes sobraba por todos los poros. Cuánto duele no visualizar los días, porque eso que se avecina ni son días ni son noches, solo son cadenas oxidadas enroscadas a un corazón basurero y maloliente.
Quizá llegó el momento de decir adiós, de despedirte de aquello que sabes que es lo único que te hará feliz pero de lo cual eres consciente que jamás volverá a ser recíproco, aunque ellos no sean capaces de dejarte marchar pese a que lo necesiten. Que alguien me explique cómo coño se dice adiós al amor, a la necesidad, al sustento del día a día, al apoyo, a la última palabra del día y al primer beso de madrugada, a esa sonrisa que arregla absolutamente todo el frío del mundo, a esa mano que tan pequeña se enrosca de una manera tan perfecta entre tus dedos ya sea dentro de bolsillos, de bolsas de palomitas o de mantas amarillas, a ese latido que dibujaron sus costillas sobre mi cama, a ese olor que resquebraja cada intento de huida, a esa cuenta de besos que terminó por superarnos.
Que tengo un máster en corazones rotos. Que alguien me explique cómo le digo que mañana tendrá otro cachito más en el que dividirse.
http://www.youtube.com/watch?v=IhSjuo0YtPU
Quizá llegó el momento de decir adiós, de despedirte de aquello que sabes que es lo único que te hará feliz pero de lo cual eres consciente que jamás volverá a ser recíproco, aunque ellos no sean capaces de dejarte marchar pese a que lo necesiten. Que alguien me explique cómo coño se dice adiós al amor, a la necesidad, al sustento del día a día, al apoyo, a la última palabra del día y al primer beso de madrugada, a esa sonrisa que arregla absolutamente todo el frío del mundo, a esa mano que tan pequeña se enrosca de una manera tan perfecta entre tus dedos ya sea dentro de bolsillos, de bolsas de palomitas o de mantas amarillas, a ese latido que dibujaron sus costillas sobre mi cama, a ese olor que resquebraja cada intento de huida, a esa cuenta de besos que terminó por superarnos.
Que tengo un máster en corazones rotos. Que alguien me explique cómo le digo que mañana tendrá otro cachito más en el que dividirse.
http://www.youtube.com/watch?v=IhSjuo0YtPU
martes, 14 de septiembre de 2010
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Es increíble cómo aún tienes esa capacidad de tronar dentro de mi inspiración con un simple roce entre acera y acera, con tu espalda a nueve mil metros de mis ojos y tu ocre un poco más bronceado de lo normal. Puedo no verte, no pensarte y no sufrirte, pero un solo segundo del mismo aire en nuestros pulmones cuaja mis dedos y les obliga a escribir(te) letras retenidas y atropelladas, atascadas en alguna parte de mis costillas. Es increíble que con tantos kilómetros entre tus clavículas y mis omoplatos aún puedas retorcer mis esquinas y llenarlas de vacío; quizá simplemente retardes esos segundos hasta volverlos polvo para llegar al momento de tenerme delante y soplarlos sobre mis ojos, consiguiendo que no nos miremos nunca de frente. Es increíble que con la cantidad de sonrisas que vi brotar debajo de tu nariz no recuerde el sonido de tu voz y sin embargo tenga clavadas todas y cada una de las palabras de tus pupilas. Es increíble que aún tengas esa puta manía de dejar mi respiración anclada al adoquín cuando pasas delante y sigas sin entender que no puedo respirar cuando me miras así... Y aun así tú insistes, te giras, me buscas, me sonríes de esa manera que resucita las ganas de colgarme en tus comisuras y tejer mis dedos a tu boca, que imprime sueños en tu ombligo, que atropella la sangre que dejas en el suelo.
No quiero tormentas una vez al mes. No me truenes cada vez que aparezcas.
http://www.youtube.com/watch?v=VNmNnlm-muA&feature=related
No quiero tormentas una vez al mes. No me truenes cada vez que aparezcas.
http://www.youtube.com/watch?v=VNmNnlm-muA&feature=related
miércoles, 8 de septiembre de 2010
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Y de repente han pasado cinco años...
Tus ondas siguen siendo rubias, tus ojos se han llenado de primaveras y tu piel aún contiene miles de desiertos llenos de agua. Tus piernas siguen siendo igual de finas y el color de las uñas de tus pies consigue destacar por encima de tus pequeños bostezos disimulados. Tus dedos, ya no tan llenos de anillos, piden mezclar besos con café, tan expertos ellos en rozar labios superiores. Tu cintura sigue prevaleciendo sobre todos tus pasos ya sean sobre nieve, empapados o muertos de sed; y tu cadera se conjuga con tu pecho creando una de esas canciones que no se pueden dejar de tararear. Tu voz no ha bajado ni un semitono y tu risa sigue recordando cascadas de agua estrellándose sobre sábanas. Y tu mirada... En fin, tu mirada. Igual, igual de bella, de estridente, de (no)disimulada, de huidiza, de tímida, de soprano, de callada y a la vez diciendo tanto...
Me encanta imaginarte azul.
http://www.youtube.com/watch?v=hRXWeedkC_0
Tus ondas siguen siendo rubias, tus ojos se han llenado de primaveras y tu piel aún contiene miles de desiertos llenos de agua. Tus piernas siguen siendo igual de finas y el color de las uñas de tus pies consigue destacar por encima de tus pequeños bostezos disimulados. Tus dedos, ya no tan llenos de anillos, piden mezclar besos con café, tan expertos ellos en rozar labios superiores. Tu cintura sigue prevaleciendo sobre todos tus pasos ya sean sobre nieve, empapados o muertos de sed; y tu cadera se conjuga con tu pecho creando una de esas canciones que no se pueden dejar de tararear. Tu voz no ha bajado ni un semitono y tu risa sigue recordando cascadas de agua estrellándose sobre sábanas. Y tu mirada... En fin, tu mirada. Igual, igual de bella, de estridente, de (no)disimulada, de huidiza, de tímida, de soprano, de callada y a la vez diciendo tanto...
Me encanta imaginarte azul.
http://www.youtube.com/watch?v=hRXWeedkC_0
martes, 7 de septiembre de 2010
7 de septiembre
En algún sitio estaba escrito que hoy tenía que llover, que hoy tenía que aparecer tu flequillo revuelto, que hoy tenía que soñar contigo de esa manera, que hoy tenías que tronar dentro de mí...
Pero no, en el fondo no, hoy no tenían que lanzarse mis venas a cortarse con tu voz, hoy no tenía que venir tu olor a secar mi cazadora mojada, hoy no tenías que mirarme así... Hoy no tenías que sonreírme de esa forma, retardando tus pasos para conseguir mi mirada, coloreando de azul cada letra de esa manera que jamás conseguí descifrar. Hoy no tenías que sacudirme los latidos uno a uno en tan solo un segundo, hoy no tenían que desarmarme tus ojos y dejarme arrodillada delante de ti, hoy no tenías que ocupar todas las esquinas de mis puntos suspensivos.
No me hagas imaginarte, no me hagas morirme de ganas, no me hagas pensar en lo que estarás haciendo a cada momento, no aparezcas una vez al mes para enfermar cicatrices que aún son heridas... No lo hagas, ya no. No puedo dejarte. De ninguna de las maneras posibles puedo dejarte.
http://www.youtube.com/watch?v=C09bvC_PtHQ
Feliz cumpleaños, fuera cuando fuera.
Pero no, en el fondo no, hoy no tenían que lanzarse mis venas a cortarse con tu voz, hoy no tenía que venir tu olor a secar mi cazadora mojada, hoy no tenías que mirarme así... Hoy no tenías que sonreírme de esa forma, retardando tus pasos para conseguir mi mirada, coloreando de azul cada letra de esa manera que jamás conseguí descifrar. Hoy no tenías que sacudirme los latidos uno a uno en tan solo un segundo, hoy no tenían que desarmarme tus ojos y dejarme arrodillada delante de ti, hoy no tenías que ocupar todas las esquinas de mis puntos suspensivos.
No me hagas imaginarte, no me hagas morirme de ganas, no me hagas pensar en lo que estarás haciendo a cada momento, no aparezcas una vez al mes para enfermar cicatrices que aún son heridas... No lo hagas, ya no. No puedo dejarte. De ninguna de las maneras posibles puedo dejarte.
http://www.youtube.com/watch?v=C09bvC_PtHQ
Feliz cumpleaños, fuera cuando fuera.
lunes, 21 de junio de 2010
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De un día cualquiera de un invierno perdido...
Mirarte es como un crimen... Un asesinato de arma blanca contra mi propia entereza; un desgarro de piel, alma y palabras; un corte en la cicatriz que aún rebulla dolor. Mirarte significa temblar y un charco de sangre en los pies; una bala entrando por el costado izquierdo a cámara lenta; locura en los pliegues de mis recuerdos. Mirarte es necesitar hacerlo pero no hacerlo, echar de menos cada puto resto de tu voz, cada puta sonrisa, cada puta palabra, cada puto día de tristeza. Mirarte es no estar, dejar de existir, volatizarme en qué sé yo, matar sonrisas a tiros, resucitar sobredosis de lágrimas, deshacer yemas de dedos en bolis que no quiero que lleven tu nombre. Mirarte es una embestida sobre cualquier pared que resista mil folios de pena, un corazón sin vida en puños que aprietan y no le dejan irse en paz, arañazos en partes del cuerpo que por no sentir no pueden dejar de gritar. Mirarte es quererte, quererte y no querer quererte, necesidad de estrellar mi aliento en tu cuello de una puta vez... Mirarte es drogarme, descorchar tu nombre debajo de mis uñas, fallar en el intento de dejarte de pincharte en mis venas deshechas...
...Siempre fue tu sonrisa, siempre. Fue ella quien colapsó mis venas aquel diciembre atravesando años, estaciones y algún que otro parque. Ella fue quien supo cómo tornarse en maravilla al contacto con mis ojos, cómo noquear todos los pulsos entre dientes apretados y latidos incontrolables, cómo hacerme sobrevivir sin tenerte. Ella inventó nuevas palabras a través de mis dedos, se deslizó entre mi vientre y cadera y se instaló entre mis costillas, cerrando los pulmones cuando le apetecía marcharse. Ella fue quien me enseñó a temblar, a desear, a creer. Ella fue también quien se fue... Y ahora aparece de nuevo, y tus ojos, y tus dedos. Un sueño y nuestras manos entrelazadas por un instante, y yo siendo real contigo por un instante, y mi mundo comenzando a tiritar por un instante...
http://www.youtube.com/watch?v=shdjS6Y0z3k
Mirarte es como un crimen... Un asesinato de arma blanca contra mi propia entereza; un desgarro de piel, alma y palabras; un corte en la cicatriz que aún rebulla dolor. Mirarte significa temblar y un charco de sangre en los pies; una bala entrando por el costado izquierdo a cámara lenta; locura en los pliegues de mis recuerdos. Mirarte es necesitar hacerlo pero no hacerlo, echar de menos cada puto resto de tu voz, cada puta sonrisa, cada puta palabra, cada puto día de tristeza. Mirarte es no estar, dejar de existir, volatizarme en qué sé yo, matar sonrisas a tiros, resucitar sobredosis de lágrimas, deshacer yemas de dedos en bolis que no quiero que lleven tu nombre. Mirarte es una embestida sobre cualquier pared que resista mil folios de pena, un corazón sin vida en puños que aprietan y no le dejan irse en paz, arañazos en partes del cuerpo que por no sentir no pueden dejar de gritar. Mirarte es quererte, quererte y no querer quererte, necesidad de estrellar mi aliento en tu cuello de una puta vez... Mirarte es drogarme, descorchar tu nombre debajo de mis uñas, fallar en el intento de dejarte de pincharte en mis venas deshechas...
...Siempre fue tu sonrisa, siempre. Fue ella quien colapsó mis venas aquel diciembre atravesando años, estaciones y algún que otro parque. Ella fue quien supo cómo tornarse en maravilla al contacto con mis ojos, cómo noquear todos los pulsos entre dientes apretados y latidos incontrolables, cómo hacerme sobrevivir sin tenerte. Ella inventó nuevas palabras a través de mis dedos, se deslizó entre mi vientre y cadera y se instaló entre mis costillas, cerrando los pulmones cuando le apetecía marcharse. Ella fue quien me enseñó a temblar, a desear, a creer. Ella fue también quien se fue... Y ahora aparece de nuevo, y tus ojos, y tus dedos. Un sueño y nuestras manos entrelazadas por un instante, y yo siendo real contigo por un instante, y mi mundo comenzando a tiritar por un instante...
http://www.youtube.com/watch?v=shdjS6Y0z3k
martes, 27 de abril de 2010
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Sólo hay un roto que me demuestra que la única persona que puede rajar y explotar tu corazón es aquella que te salvó en otra ocasión de otro asesinato al ventrículo izquierdo.
http://goear.com/listen/ee0e017/s%C3%A1lvame-luis-ramiro
lunes, 12 de abril de 2010
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http://www.youtube.com/watch?v=NZGMITibYpU
viernes, 9 de abril de 2010
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Y ójala pudiera reventar su recuerdo a hostia limpia y hacerlo desaparecer... Pero ella siempre sigue ahí, incrustada en mis pulmones como un clavo oxidado que no deja respirar, tatuada en el alma como un día le dije al prometerme que jamás se iría de mí, como un nudo cuerpo a cuerpo y espalda contra espalda anclado en mi garganta e impidiéndome vivir, como un solo desafinado hambriento debajo de mis uñas, como un recuerdo inventado tras la almohada cada madrugada que los gritos de mi cama me despiertan... Y yo sigo temblando.
http://www.youtube.com/watch?v=7cZYvszjRLA
miércoles, 7 de abril de 2010
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http://www.youtube.com/watch?v=SQBu1x-IWB0
viernes, 2 de abril de 2010
XVIII

Y quizá resulte que lo más fácil es lo más sangriento y no vamos a saber por dónde empezar, porque lo único que necesitan nuestras almas es follarse hasta reventar.
Quinientos dos mil besos
http://www.youtube.com/watch?v=C09bvC_PtHQ
sábado, 27 de marzo de 2010
XVII

Quinientos y un mil besos
http://www.youtube.com/watch?v=tIRQXSLhOPE
lunes, 1 de marzo de 2010
XVI
Cuatrocientos noventa y un mil besos
http://www.goear.com/listen/723cb6f/yo-solo-quiero-marwan
domingo, 28 de febrero de 2010
XV
Te miré y me propuse que tu sonrisa no se diera la vuelta jamás. Me propuse que esos dientes brillaran las veinticinco horas de tus días, colocarte cada noche calcetines de distintos colores para que tus mañanas fueran las mejores, tentarte a besarme en medio de cualquier sitio y conseguir que lo hicieras sonriendo. Me propuse hacer malabares con tus caras tristes (sabes que siempre se me caen al suelo), triplicar los mimos y doblegarme a tus deseos, conseguir que me sintieras en todo momento a tu lado. Me propuse darte diecinueve motivos para soñar contándote cada noche la historia de Blancanieves y Cupido. Me propuse descomprimir tu corazón y abrazarlo fuerte para que tuviera agujetas en el ventrículo derecho todos los días. Me propuse darte cada día chutes de esa risa que da dolor de tripa pero que engancha, como la luna que prometí bajar a tu almohada. Me propuse que te fumaras mis labios sabor a chicle y beberme los tuyos sabor a piruleta. Me propuse centrifugar nuestras almas y sentarnos a verlas girar y girar cada tarde. Me propuse dejarte el corazón tan rojo, tan tan tan rojo, que no nos mereciera la pena vivir más...
Cuatrocientos noventa mil besos
http://www.youtube.com/watch?v=YIADdtY9pQA
martes, 16 de febrero de 2010
XIV
Podrían preguntarme de quién es el hilo que tira de mis comisuras y las mantiene altas, formando un pequeño hoyuelo que sólo ella ve, y diría su nombre. Podrían preguntarme en qué me refugio cuando se apaga la luz y de quién son los orgasmos que brotan de mi garganta cuando me toca, y diría su nombre. Podrían preguntarme que es lo que más echo de menos y que es lo que más temo dejar de sentir, y diría su nombre. Podrían preguntarme de quién es ese olor que electriza y prohibe a mis músculos e instintos respirar, ese olor que consigue dulcificar y a la vez excitar cada movimiento, ese olor por el cual moriría, y diría su nombre. Podrían preguntarme quién marca la constante de mis latidos, y diría su nombre. Podrían preguntarme por lo único por lo que daría mi alma, y diría su nombre sin dudarlo.
Y aún así nadie lo entendería, nadie entendería que no la puedo querer más porque ella no es más grande, que el secreto de nuestra felicidad reside en que el dolor de su hombro derecho y de mi hombro izquierdo supera el de la ausencia porque significa que hemos estado juntas, que no encuentro momento más completo que el estar tumbada sobre ella en una alfombra de colores mientras me acaricia la oreja, que adoro escucharla sonreír cuando la abrazo y le susurro que quiero morir así y ella responde con un 'ójala...'. Es su nombre... Sólo su nombre. Y nadie puede entenderlo. Ni siquiera yo.
Cuatrocientos ochenta mil besos
http://www.youtube.com/watch?v=N0UOcHqFkHs&feature=related
lunes, 8 de febrero de 2010
XIII
Van a emborracharse de ti, a colocarse contigo, a sufrir ciento y una sobredosis de tu droga y a vivir intervalos de diecinueve horas seguidas en tu pecho. Prepárate...
Cuatrocientos setenta y un mil besos

http://www.youtube.com/watch?v=cDEaZmEhSvA
miércoles, 20 de enero de 2010
XII
La he mirado tanto... La miré invisible, la miré de frente y también a escondidas, la miré con los ojos cerrados y le dije que no quería dejar de mirarla. La miré sin que me viera y la miré hasta borrarla, la miré sin querer hacerlo y la miré consciente de que no iría a ningún sitio sin ella. La miré dormida y me desperté mirándola... Tan dulce y bonita... Y la miré, la seguí mirando cada instante que siguió presente. La miré y recorrí cada trazo que la vida había dejado en ella hasta el momento; la miré y pensé cuántas señales podría dejar yo, cuántas huellas en su piel que poder seguir si algún día la perdía y con ella yo... La miré hasta que sentí dolor y placer a la vez. La miré hasta verla en todos los sitios, la miré y conseguí hacer míos sus párpados mientras ella simplemente sonreía...
Sólo quería retenerla en mi pupila lo justo como para que si alguna vez despertaba pudiera recuperarla sin romperme la cabeza en la incapacidad de recordarla, porque nunca nada me dolió tanto como el miedo a descubrir que ella era en verdad lo que siempre había temido: un sueño que olvidar al despertar.
Y uní sus lunares y dibujé una sonrisa equivalente a año y medio de constelaciones.
Año y medio y un día amor... =D. Te amo más...
Cuatrocientos ventiséis mil besos
http://www.youtube.com/watch?v=-hRhqYb-rbk&feature=related
Sólo quería retenerla en mi pupila lo justo como para que si alguna vez despertaba pudiera recuperarla sin romperme la cabeza en la incapacidad de recordarla, porque nunca nada me dolió tanto como el miedo a descubrir que ella era en verdad lo que siempre había temido: un sueño que olvidar al despertar.
Y uní sus lunares y dibujé una sonrisa equivalente a año y medio de constelaciones.
Año y medio y un día amor... =D. Te amo más...
Cuatrocientos ventiséis mil besos
http://www.youtube.com/watch?v=-hRhqYb-rbk&feature=related
domingo, 10 de enero de 2010
XI
Enfundada en su gorro y traspapelada entre pequeños copos de nieve, redondos y pequeños como sus lunares, me di cuenta de que ella era mi seguro de supervivencia, que mientras ella existiera a mi lado nada malo ocurriría. Y me di cuenta también de que la iba a necesitar a mi lado cada segundo que me restara de vida, que necesitaría comprobar que sus latidos seguían ahí, escondidos en mi puño y disueltos en cada suspiro que llevara su nombre, que necesitaría sentir sus mordiscos en el hombro y sus gemidos entrecortados en todos y cada uno de los polvos que echáramos entre película y película, que necesitaría seguir haciendo planes de futuro encroquetadas en cierta manta amarilla discutiendo sobre quién quiere más a quién, que necesitaría todos esos abrazos que nos rompen las costillas, seguir yendo a parques nevados y vacíos donde los besos se vuelven mágicos, enfundar su mano en mi guante para que no se congele, romperla a besos en cada esquina que se preste a abrazarnos...
Me di cuenta de que estaba destinada a querer a su corazón, a su rojo corazón, por y para siempre.
Porque lo hemos superado con creces nena...
Cuatrocientos veinte mil besos
http://www.youtube.com/watch?v=rAboI_FrwUg
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