viernes, 21 de marzo de 2008

El color de tu sombra

Eres tremendamente difícil de olvidar... Estando, sin estar, mirando, sin mirar. Tu voz encauza a mis palabras aunque no suene, tus ojos conducen a mis pies aunque se cierren. Eres como esa calle a la que quiero llegar, allí donde se muestra tu presencia dispuesta a abrazarme sin final. Sólo quiero rozarte sin miedos, sin prohibiciones; sólo quiero que me roces sin temores, sin ambigüedades. Desearía que pudieras ser infinitamente palpable, eternamente volátil, plausiblemente azulada. Desearía que dejaras de ser deseo y fueras un sueño ficticio, como el sabor de tus mejillas y el olor de tu silencio. Desearía todo contigo y desearía que tú fueras conmigo. Desearía que la palabra sueño dejara de seguirte para unirnos a las dos en uno eterno.

7 comentarios:

Sergi Armengol dijo...

tus textos profundos siempre han sido fantásticos.

eh tú dijo...

lo mejor de los sueños es cuando se vuelven realidad
muchísimo mejor! :D

Ana dijo...

Duele no poder olvidar...
duele fuerte
duele profundo
duele tiempo.

Suerte!

http://departamentodequejasdeamor.blogspot.com/

Ana.

Andrés Martín dijo...

Este texto sí que me ha hecho pensar.

D. Herque dijo...

…entonces… ¿para que intentar olvidar?...vive esos sueños, esas pompas de jabón, que ascienden y descienden con el latir de tus palabras y siente vivo ese sueño…nunca pierdas la esperanza de que el olor deje de ser silencio, de que la suma de dos vidas solo sea…unos labios.

Un beso.

Salitre dijo...

Sólo tu con tus letras puedes endulzar de este modo la ausencia...
Preciosas palabras para describir tan amargo sentimiento...
Simplemente esencia...

Besitos de color!!

Gabriel Cordears dijo...

Para olvidar no hace falta
intentarlo
proponérselo
deja que el olvido llegue
como la marea llega
y trepa sin hacer ruido
y luego lo devora todo
con el mayor estruendo...

Un abrazo, Poeta!