domingo, 27 de abril de 2008

Melodía sin letra

Embaucada en un suspiro infinito, llego a tu piel. La rozo, la acaricio y al instante me aparto. La rodeo y vuelvo a tocarla, a erizarla con una mirada. Duermo, sueño, vuelo en ella y me recuesto en su color. Mis dedos flotan sobre ella como si de un piano ocre se tratara y derretida se fascina con mi voz. Envuelta en mis manos, juega con la suavidad del momento, tensándolo hasta que de bello se evapora. Y respira... Respira dibujando el vuelo de mi sombra y su olor.

4 comentarios:

Andrés Martín dijo...

Fascinantemente fascinante.

©Dríada dijo...

Hay veces que no sé qué comentarios ponerte porque me dejas sin palabras.

Saludos ;)

PupilasLejanas dijo...

cómo haces para hacerme sentir en cada una de tus palabras?

J. L. Maldonado dijo...

Qué puede añadir a los comentarios anteriores...? Mucho y nada. Tu estilo es único.